El ministro de Salud, Edgar Lama, confirmó este martes 29 de abril del 2025 la existencia de dos casos aislados de fiebre amarilla en Ecuador. Ambos detectados en personas que viajaron a la región amazónica profunda. En una entrevista en el programa Entrevistas de 24 Horas de Teleamazonas, el funcionario descartó la posibilidad de un brote. Pero destacó que el 95% de la población vulnerable está vacunada y que la enfermedad no se transmite de persona a persona.
Los casos confirmados, según Lama, se originaron en zonas de difícil acceso, como áreas de minería ilegal en la provincia de Zamora, donde las condiciones sanitarias son precarias. Uno de los casos resultó en el fallecimiento de una persona oriunda de Loja, quien trabajaba en una mina ilegal. “Es un caso aislado, ninguno de sus compañeros está contagiado”, afirmó el ministro, tras los análisis epidemiológicos realizados por el Ministerio de Salud Pública (MSP). Largo hizo un llamado a la calma e instó a la población a completar su esquema de vacunación, disponible gratuitamente en todos los centros de salud del país.
Medidas preventivas y vacunación
El MSP ha intensificado las campañas de vacunación en zonas fronterizas, escolares y comunidades de riesgo, especialmente en la Amazonía. Además, se exige el carné de vacunación contra la fiebre amarilla en los puntos de ingreso al país para evitar la importación de casos, una medida reforzada tras la alerta sanitaria por fiebre amarilla en Colombia. Lama subrayó que una sola dosis de la vacuna proporciona inmunidad de por vida, por lo que no es necesario revacunarse. “La vacuna está disponible, no cuesta nada y protege a quien la recibe, a su familia y al país”, expresó.
El ministro también informó que el Gobierno adquirió un nuevo stock de vacunas para garantizar el abastecimiento nacional. Las campañas de inmunización se han extendido a escuelas y colegios, con el objetivo de alcanzar a los grupos más vulnerables. Para los viajeros que planean visitar la Amazonía profunda, Lama recomendó vacunarse al menos diez días antes del viaje, siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Contexto de la fiebre amarilla en Ecuador
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente en áreas tropicales como la Amazonía. No se propaga directamente entre personas, lo que reduce el riesgo de epidemias en entornos urbanos. En Ecuador, la alta cobertura de vacunación, que alcanza el 95% en poblaciones vulnerables, ha mantenido la enfermedad bajo control. Según datos del MSP, los casos registrados en los últimos años han sido esporádicos y están asociados a actividades en zonas selváticas, como la minería ilegal o el turismo sin medidas preventivas.
La situación contrasta con la de países vecinos como Colombia, donde se ha reportado un aumento de casos, lo que llevó a la declaración de una alerta regional. En este contexto, Ecuador ha reforzado los controles fronterizos y la vigilancia epidemiológica para evitar la propagación. “No tenemos las condiciones propicias para un brote o una epidemia”, afirmó Lama en una entrevista con Radio Pública FM, comparando la situación actual con las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19. “La gran diferencia es que para la fiebre amarilla ya tenemos una vacuna eficaz y una población mayoritariamente inmunizada”, agregó.
Abastecimiento de medicamentos en hospitales y recomendaciones
En la misma entrevista, Lama abordó la situación de los hospitales públicos, donde se ha incrementado el abastecimiento de medicamentos en un 80%. “Nuestro propósito no es solo mantener un stock, sino garantizar la atención a la ciudadanía”, señaló. Según el ministro, las quejas por falta de medicinas han disminuido, aunque reconoció la necesidad de ajustar los inventarios según las enfermedades más comunes en cada región. Por ejemplo, en zonas tropicales como la Costa y la Amazonía, se priorizan medicamentos para enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y la fiebre amarilla.
El MSP mantiene un monitoreo constante en las provincias amazónicas, donde los mosquitos transmisores de la fiebre amarilla son más prevalentes. Además, se realizan fumigaciones y controles de vectores en áreas de riesgo. Lama instó a la población a acudir a los centros de salud para verificar su estado de vacunación y a reportar cualquier síntoma, como fiebre alta, dolor muscular o ictericia, que puedan estar relacionados con la enfermedad.
La fiebre amarilla, aunque prevenible, sigue siendo una preocupación en regiones tropicales de América Latina. En Ecuador, las autoridades sanitarias confían en que las medidas implementadas, junto con la alta cobertura de vacunación, mantendrán la enfermedad bajo control. “La prevención es clave, y la vacuna es la herramienta más efectiva que tenemos”, concluyó Lama.