En Santo Domingo, Ecuador, la cría de gallos de pelea es más que una tradición; es un negocio que mueve a unas 2.000 personas directa o indirectamente, según datos de un juez local con 35 años de experiencia. La alimentación de estos animales es un pilar fundamental para su desempeño en el ruedo, donde la preparación física determina victorias que pueden alcanzar apuestas de hasta 5.000 dólares.
A continuación, se detalla cada grano, su función y su uso en Ecuador y países vecinos como Colombia y República Dominicana, basado en fuentes como manuales de cría avícola y estudios regionales.
Maíz: El fundamento energético de los gallos de pelea
El maíz es el grano más común en la dieta de los gallos de pelea; sin embargo, no se utiliza en grandes cantidades, ya que un exceso puede generar grasa innecesaria. Por su parte, rico en carbohidratos, proporciona energía inmediata para las actividades intensas del ruedo. Por ejemplo, en Santo Domingo, se prefiere el maíz amarillo seco, que tiene un alto contenido de almidón (aproximadamente 70%). Además, el maíz debe ser de alta calidad, sin moho, para evitar problemas digestivos. En contraste, en Colombia, los criadores combinan maíz con otros granos para equilibrar la dieta, lo que asegura que el gallo mantenga un peso óptimo de 4 a 5 libras.
Trigo: Fuente de proteínas y fibra para los gallos de pelea
El trigo aporta proteínas (alrededor del 12%) y fibra, esenciales para el desarrollo muscular y la digestión. En Santo Domingo, los criadores usan trigo entero o triturado, dependiendo de la etapa de preparación del gallo. En República Dominicana, según la Federación de Galleros, el trigo se mezcla con maíz en una proporción de 2:1 para garantizar un aporte balanceado. De este modo, este grano ayuda a los gallos a mantener su resistencia durante peleas de 7 minutos, como se estipula en el reglamento actual.
Cebada y avena, energía sostenida
Mientras que la cebada es valorada por su liberación lenta de energía, ideal para gallos que enfrentan jornadas largas en las galleras. Contiene aproximadamente 11% de proteína y es rica en fibra, lo que favorece la salud intestinal. En Ecuador, la cebada se utiliza en forma de grano entero, remojada previamente para facilitar su digestión. Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia destaca que la cebada mejora la resistencia física en aves de combate, un factor clave en peleas que pueden extenderse hasta 10 minutos en formatos tradicionales.
Por otra parte, la avena es un grano rico en proteínas (13%) y grasas saludables, que contribuye al desarrollo muscular y a la recuperación post-entrenamiento. En Santo Domingo, los criadores la incorporan en pequeñas cantidades para evitar un aumento excesivo de peso. En Puerto Rico, la avena se mezcla con melaza para mejorar su palatabilidad, según el Manual de Nutrición Avícola de ese país. Este grano es esencial para gallos que enfrentan apuestas altas, donde la fuerza física determina el resultado.
Sorgo, la alternativa nutritiva
En primer lugar, el sorgo es una opción popular en regiones áridas de Ecuador, puesto que es resistente a la sequía y más económico que el maíz. Además, con un contenido de carbohidratos similar al maíz (70%), pero con menos grasa, es ideal para mantener a los gallos en forma. Por otro lado, en Colombia, el sorgo se combina con trigo para crear una dieta baja en calorías pero alta en energía, según la Asociación Colombiana de Criadores de Gallos. Por consiguiente, su uso es común en galleras rurales de Santo Domingo, donde los costos son un factor determinante.
El arroz no debe faltar Mientras que el arroz integral aporta carbohidratos complejos y fibra, ayudando a regular el sistema digestivo de los gallos. En Ecuador, se utiliza en pequeñas cantidades debido a su menor densidad nutricional comparado con el maíz o el trigo. En República Dominicana, los criadores prefieren el arroz integral descascarillado, que conserva más nutrientes que el arroz blanco. Este grano es clave para gallos en la etapa final de preparación, cuando se busca un peso estable antes de la pelea.
El mijo, un grano importante
Por otra parte, el mijo es un grano pequeño pero denso en nutrientes, con un contenido de proteína del 11% y minerales como magnesio y fósforo. En Santo Domingo, se usa como complemento para diversificar la dieta y mejorar la calidad del plumaje, un aspecto estético importante en las galleras. En Puerto Rico, el mijo se combina con otros granos en una proporción de 10% del total, según el Manual de Crianza. Su aporte es especialmente valioso para gallos jóvenes en desarrollo.
Grano
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Carbohidratos (%)
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Proteína (%)
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Fibra (%)
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Uso Principal
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Maíz
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70
|
9
|
2
|
Energía inmediata
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Trigo
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68
|
12
|
3
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Desarrollo muscular, digestión
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Cebada
|
65
|
11
|
5
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Energía sostenida, salud intestinal
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Avena
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66
|
13
|
4
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Refuerzo muscular, recuperación
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Sorgo
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70
|
10
|
2
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Energía, bajo costo
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Arroz Integral
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68
|
7
|
3
|
Equilibrio digestivo
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Mijo
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65
|
11
|
3
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Complemento, calidad del plumaje
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En primer lugar, la preparación de la dieta implica mezclar los granos en proporciones específicas, ajustadas según la edad, peso y etapa de entrenamiento del gallo. En Santo Domingo, un criador con 30 a 40 gallos invierte entre 150 y 200 dólares mensuales solo en alimentación, sin contar medicamentos ni suplementos.
Por otro lado, en Colombia, el costo mensual por gallo oscila entre 5 y 10 dólares, según la Asociación de Criadores. Finalmente, es importante indicar que la calidad de los granos es crucial, ya que granos contaminados pueden afectar el rendimiento o causar enfermedades.
Los gallos de pelea, una práctica cultural
En primer lugar, la alimentación de gallos de pelea en Santo Domingo refleja una práctica que es parte de la cultura rural de Ecuador, donde las galleras son un motor económico y social. Además, los datos provienen de una entrevista con un juez con 35 años de experiencia, complementados con información de manuales de cría de Puerto Rico, Colombia y Ecuador.
Por consiguiente, la relevancia de esta dieta radica en su impacto directo en el desempeño de los gallos, un factor de ganancias en un negocio donde las apuestas pueden superar los 5.000 dólares. Finalmente, la importación de gallos desde países como República Dominicana y Colombia subraya la importancia de una nutrición especializada para mantener la competitividad.