El Gobierno de Daniel Noboa reactivó este 12 de septiembre en Cuenca el proyecto hidroeléctrico Soldados-Yanuncay, de 21,8 megavatios (MW), con el fin de garantizar energía, agua potable y riego, tras haber sido rechazado en 2022 por comuneros y ambientalistas que reclamaron la falta de consulta previa.
Compromiso oficial para ejecutar el proyecto
El Ministerio del Ambiente y Energía y la Empresa Generadora del Austro (Elecaustro) firmaron un acta de compromiso para desarrollar el proyecto. El acto contó con la presencia del Presidente Daniel Noboa.
El gerente de Elecaustro, Marco Toledo, explicó que la obra contempla una presa de 42 metros de altura y un embalse llamado Quingoyacu, descrito como “amigable con la naturaleza”. Desde allí, parte del agua se trasladará a la central hidroeléctrica Soldados, que generará 7 MW de energía.
Posteriormente, el agua continuará hacia la central Yanuncay, alimentada también por el río Ischcayrumi, lo que permitirá un segundo aprovechamiento para producir 15 MW adicionales de energía limpia, detalló Toledo.
Garantías de agua y control de caudales
El presidente Noboa afirmó que “nosotros cumplimos con acciones. Protegemos fuentes hídricas, la salud y la productividad de las familias cuencanas”. Según la Presidencia, el proyecto permitirá garantizar agua potable para Cuenca hasta el año 2050 mediante la planta potabilizadora de Sústag.
Además, se habilitará agua de riego en San Joaquín y Baños, mientras que el embalse ayudará a controlar el caudal del río Yanuncay, reduciendo riesgos de inundaciones en sectores como Minas, San José, Misicata, Monay y Primero de Mayo, entre otros barrios.
El Gobierno aseguró que el plan tiene carácter multipropósito, ya que busca combinar producción energética con provisión de agua potable y protección frente a riesgos naturales.
Antecedentes y oposición comunitaria
No es la primera vez que se impulsa esta iniciativa. En noviembre de 2021, bajo el Gobierno de Guillermo Lasso, arrancó la primera etapa con trabajos de vías y remoción de tierras. Sin embargo, meses después surgió la oposición de pobladores de la comunidad de Soldados y de activistas del colectivo Yasunidos.
Los opositores argumentaron que no existió consulta previa y que el proyecto podría generar impactos negativos en la cuenca alta del río Yanuncay, un área considerada frágil ambientalmente. La resistencia provocó la suspensión del avance de la obra.
El plan original contemplaba una ejecución de cuatro años y una inversión de USD 90 millones. Hasta el momento, el actual Gobierno no ha precisado ni plazos ni montos de inversión actualizados, ni ha detallado el cronograma de construcción.
Perspectivas de ejecución
Con la firma de este nuevo compromiso, el Ejecutivo busca posicionar al proyecto como parte de su política energética y de gestión hídrica. Noboa subrayó que su meta es ampliar la generación de energía renovable y garantizar seguridad hídrica para la ciudad de Cuenca y sus alrededores.
El futuro del proyecto hidroeléctrico Soldados-Yanuncay dependerá de la capacidad estatal de equilibrar los beneficios de agua y energía con las exigencias sociales y ambientales planteadas por las comunidades locales.