El Gobierno de Bolivia decretó este miércoles 20 de agosto la emergencia nacional debido a múltiples incendios forestales que amenazan con propagarse a otras regiones del país. El presidente Luis Arce anunció la medida para proteger el medio ambiente, la salud pública, la biodiversidad y las actividades económicas, según un mensaje difundido en redes sociales. La decisión busca movilizar recursos humanos, económicos y equipos de emergencia para combatir los fuegos y planificar la recuperación de las zonas afectadas.
El decreto supremo, aprobado en Consejo de Ministros, responde a la detección de ocho incendios activos, tres de los cuales han sido clasificados como incendios forestales, según informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, en declaraciones a la agencia oficial ABI. Además, las autoridades monitorean 720 focos de calor, con 540 concentrados en el departamento de Santa Cruz.
Movilización de recursos para enfrentar la crisis
El presidente Arce destacó que la emergencia nacional permitirá al Ejecutivo coordinar esfuerzos para contener los incendios y mitigar sus impactos. “Esta medida nos da las herramientas necesarias para actuar de inmediato y proteger a nuestra población y ecosistemas”, afirmó el mandatario. Entre las acciones previstas, se contempla el fortalecimiento de los equipos de respuesta y la implementación de programas de reforestación en las áreas devastadas.
El viceministro Calvimontes explicó que los focos de calor están siendo vigilados mediante sistemas de monitoreo satelital. Santa Cruz, principal región agrícola y ganadera del país, enfrenta la mayor cantidad de alertas, debido a los posibles daños a la economía local y la biodiversidad.
Incendios en Bolivia
Los incendios forestales no son un fenómeno nuevo en Bolivia, donde la temporada seca, combinada con prácticas agrícolas como las quemas controladas, suele agravar la situación entre agosto y octubre. En 2019, el país enfrentó una de las peores crisis por incendios, con millones de hectáreas quemadas en la Amazonía y el Chaco.
Organizaciones ambientales han señalado que el cambio climático y la deforestación contribuyen al aumento de la intensidad y frecuencia de los incendios. En Santa Cruz, los ecosistemas de bosque seco y sabanas son especialmente vulnerables, lo que pone en riesgo la fauna y flora endémicas. Además, los incendios amenazan comunidades rurales que dependen de la agricultura y la ganadería para su subsistencia.
Soluciones ante incendios forestales
El Gobierno boliviano ha indicado que, además de la respuesta inmediata, se implementarán programas de recuperación a mediano y largo plazo. Esto incluye planes de reforestación y medidas para prevenir nuevos incendios, como la regulación de quemas agrícolas.
Por su parte, la población de las zonas afectadas ha solicitado mayor apoyo logístico, incluyendo equipos de bomberos y acceso a agua para combatir los fuegos.