El frío en Portoviejo ha impulsado significativamente el comercio de ropa de invierno. Vendedores del Comercio Autónomo de la Alajuela y el Centro Comercial 1 reportaron un incremento del 30% en las ventas de prendas abrigadas durante las últimas semanas.
Entre los productos más demandados por el frío en Portoviejo se encuentran las pijamas, con precios promedio de 10 dólares, especialmente las tipo “peluche”, diseñadas para brindar mayor abrigo.
Los buzos, con valores entre 15 y 25 dólares, también han ganado popularidad entre los compradores.
Asimismo, las chompas, cuyo costo oscila entre 25 y 35 dólares, son preferidas por personas que trabajan en la madrugada, cuando las temperaturas son más bajas.
Preferencias de los consumidores
Los compradores han mostrado una clara preferencia por prendas prácticas y cálidas. Alexandra Palma, residente de Portoviejo, explicó que las mañanas frías la han llevado a usar pijamas de tela gruesa para dormir. “Para salir de noche, siempre llevo un abrigo para evitar morir congelada”, comentó.
La demanda de pijamas tipo “peluche” se ha destacado por su comodidad y capacidad para conservar el calor, siendo una opción económica para muchas familias.
Condiciones climáticas en Portoviejo
Portoviejo registra temperaturas promedio con una máxima de 28 grados centígrados y una mínima de 20 grados centígrados, acompañadas de alta presencia de nubosidad, especialmente durante la madrugada.
Estas condiciones representan un descenso de dos grados centígrados en comparación con la misma fecha del año anterior. La nubosidad persistente ha contribuido a la sensación térmica de frío, lo que ha influido en el comportamiento de compra de los ciudadanos.
Impacto en el comercio local
El aumento en las ventas ha beneficiado a los comerciantes de los principales mercados de Portoviejo. El Comercio Autónomo de la Alajuela ha experimentado un flujo constante de clientes en busca de prendas de invierno.
De manera similar, el Centro Comercial 1, ubicado en el corazón de la ciudad, reporta un incremento en la afluencia de compradores interesados en productos como buzos y chompas.
Los vendedores señalan que el aumento del 30% en las ventas refleja una respuesta directa a las condiciones climáticas, pero también a la necesidad de los ciudadanos de prepararse para jornadas más frías de lo habitual.
El descenso de dos grados centígrados respecto al año anterior, aunque moderado, ha sido suficiente para cambiar los hábitos de consumo de los portovejenses.