El lavado de dinero es el proceso mediante el cual organizaciones criminales ocultan el origen ilícito de sus ingresos para introducirlos en el sistema financiero como fondos legítimos. Este fenómeno, identificado globalmente, afecta a Ecuador y toda América, donde, según estimaciones, se lavan miles de millones de dólares anuales a través de métodos sofisticados como empresas fachada, criptomonedas, paraísos fiscales y redes internacionales, socavando las estructuras económicas y políticas de los países.
¿Qué es el lavado de dinero y por qué es crucial para los criminales?
El lavado de dinero es un mecanismo utilizado por organizaciones delictivas para legitimar ingresos provenientes de actividades ilícitas como el narcotráfico, contrabando, extorsión, cibercrimen y secuestro. El término “lavado” se refiere al proceso de hacer que estos fondos parezcan legales.
Este proceso no solo abarca el dinero en efectivo, sino también propiedades, inversiones, vehículos, oro y bienes virtuales. En países como Ecuador, Colombia y México, el término más comúnmente usado es “lavado de dinero”, mientras que en otras jurisdicciones se habla de “blanqueo de capitales” o “de activos”. Según organismos internacionales, sin este proceso el crimen organizado no podría sostenerse, ya que manejar grandes sumas en efectivo expone a sus operadores a robos, pérdida de valor y falta de acceso al sistema financiero.
Las tres fases del blanqueo de dinero
Colocación: la entrada al sistema financiero
La colocación es la fase más riesgosa del lavado de dinero, en la cual los fondos ilícitos se introducen al sistema económico. Entre las técnicas más comunes se encuentran:
- Empresas fachada o pantalla: negocios legales (bares, restaurantes, peluquerías) utilizados para mezclar ingresos ilícitos con ventas reales.
- Pitufeo (smurfing): dividir grandes sumas en depósitos menores a $10.000 para evadir reportes bancarios.
- Compra de billetes de lotería ganadores, que permiten justificar ingresos inesperados.
- Contrabando de dinero a granel: transporte físico de efectivo a través de fronteras.
- Sistema Hawala, que opera mediante redes informales fuera del sistema bancario tradicional.
- Tarjetas prepago y uso de cajeros automáticos privados también permiten blanquear fondos.
- Criptomonedas, como Bitcoin o Monero, facilitan transacciones anónimas en plataformas sin controles estrictos.
Estratificación: ocultar el origen del dinero
En esta fase, el objetivo es romper el vínculo entre el dinero y su origen ilícito. Se utilizan operaciones complejas para dificultar el rastreo:
- Transferencias internacionales mediante empresas offshore en paraísos fiscales (Panamá, Luxemburgo, Gibraltar).
- Inversiones estructuradas en acciones, bienes raíces o compañías pantalla.
- Sub y sobrefacturación en comercio exterior, falsificación de facturas y transacciones fantasma.
- Casinos, aunque ahora regulados, fueron históricamente usados para legitimar fondos.
- Mixers de criptomonedas, que mezclan fondos de múltiples usuarios, dificultando el seguimiento.
Integración: uso del dinero ya “limpio”
Una vez alejado el rastro de su origen, el dinero puede reinsertarse como parte de la economía formal. Esto permite a los delincuentes utilizar sus ganancias sin levantar sospechas:
- Adquisición de bienes de lujo, propiedades, vehículos, arte o joyas.
- Gasto personal o empresarial en actividades aparentemente legales.
- Importación y comercialización de productos manufacturados, especialmente desde Asia, como estrategia para devolver capital ya blanqueado.
Casos emblemáticos y cifras preocupantes en Ecuador
El lavado de dinero en Ecuador ha tomado relevancia en los últimos años debido a redes criminales vinculadas al narcotráfico. Casos como los de Adolfo “Fito” Macías y Júnior Roldán (“JR”), revelan cómo estructuras familiares crearon empresas fachada para lavar millones.
Estudios del analista Fernando Carrión estiman que el lavado de dinero en el país podría oscilar entre $2.376 y $5.942 millones anuales, equivalente al 4-10% del Producto Interno Bruto (PIB). Otras fuentes han sugerido cifras más elevadas, pero estas carecen de verificación metodológica.
¿Por qué es difícil combatir el lavado de dinero?
Las autoridades enfrentan grandes obstáculos para detener estas operaciones:
- Complejidad financiera y legal de las transacciones.
- Secreto bancario en jurisdicciones extranjeras.
- Falta de recursos especializados en las unidades policiales y fiscales.
- Baja cooperación internacional y dilación en tratados de asistencia jurídica.
- Volumen masivo de capitales ilícitos, como los $12,666 millones atribuidos a Joaquín “El Chapo” Guzmán, que saturan los controles tradicionales.
El crimen organizado está dispuesto a pagar entre el 10% y el 15% en comisiones por servicios de blanqueo. En el caso de redes chinas, estas comisiones bajan al 3%, lo que las hace especialmente competitivas por su volumen y eficiencia.
Impacto y consecuencias del lavado de dinero
El blanqueo de activos fortalece al crimen organizado, facilita la corrupción y desequilibra la economía formal. La entrada de dinero ilícito genera distorsiones de mercado, impide una competencia justa, alimenta redes de poder ilegales y socava la confianza en las instituciones.
Además, países con altas tasas de lavado de dinero enfrentan mayor riesgo de ser señalados por organismos internacionales, lo que afecta su acceso a inversiones y cooperación financiera. (10).