El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS) ha lanzado una campaña de reclutamiento para 10 000 nuevos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ofreciendo bonos de hasta 50 000 USD, condonación de préstamos estudiantiles y otros beneficios. La iniciativa, presentada como un llamado patriótico para “defender la patria”, se enmarca dentro de un plan para ampliar las deportaciones y reforzar el control migratorio con fondos recientemente aprobados por el Congreso.
Incentivos económicos y mensaje patriótico
ICE ofrece bonificaciones de firma de hasta 50 000 USD, condonación o reembolso de préstamos estudiantiles, pago por horas extras y beneficios de jubilación. El reclutamiento tiene como objetivo atraer incluso a exempleados federales jubilados con experiencia.
La campaña se apoya en materiales visuales inspirados en carteles del Tío Sam, incluyendo imágenes de políticos como el presidente Donald Trump y mensajes como “Defiende la Patria” o “América te necesita”, en un tono cercano al reclutamiento bélico.
Objetivo: miles de deportaciones de migrantes por año
El paquete legislativo aprobado asigna cerca de 30 000 millones de dólares para contratar agentes, con la meta de alcanzar una tasa de un millón de deportaciones al año. El presupuesto total incluye más de 45 000 millones para capacidad de detención y fondos adicionales para vigilancia fronteriza.
Estos agentes tendrán roles como oficiales de deportación, investigadores criminales y abogados de inmigración, desplegados en operativos, tribunales y redadas en comunidades identificadas como santuario.
Críticas y preocupaciones
Organizaciones civiles y activistas han expresado rechazo a la expansión del ICE y el uso del discurso patriótico. Apuntan que estos recursos se han desviado desde servicios sociales hacia políticas migratorias represivas, y advierten sobre estigmatización de comunidades migrantes.
También se cuestiona la rapidez del reclutamiento y la posible rebaja de estándares en formación. Un exjefe de personal del ICE durante la administración anterior advirtió que una expansión acelerada podría derivar en problemas disciplinarios y baja moral.
Encuestas reportan que más del 50 % de los estadounidenses considera que el ICE ha excedido en sus prácticas y rechaza el aumento de financiación para la agencia.
Deportaciones y control
La campaña se da en un contexto de impulso del modelo migratorio iniciado en administraciones recientes, con énfasis en deportaciones masivas y control fronterizo. Esta política refuerza un enfoque que equilibra el uso de la fuerza legal con un mensaje de servicio al país.
Además, remite a simbologías históricas: el uso del cartel del Tío Sam evoca una narrativa de reclutamiento patriótico similar a épocas de guerra, pero orientado hoy hacia la inmigración.
Bonos para deportaciones
La oferta de bonos de hasta 50 000 USD para reclutamiento en ICE representa una ampliación sin precedentes del aparato migratorio estadounidense, acompañado de un fuerte discurso nacionalista. Esta iniciativa ha provocado indignación en sectores civiles, que critican el uso de recursos públicos para reforzar políticas de deportación masiva a expensas de servicios sociales y respeto a la comunidad migrante.