El 25 de junio, la Iglesia Católica celebra a San Máximo de Turín, obispo venerado por su labor pastoral y escritos teológicos.
Orígenes y formación
San Máximo de Turín nació cerca del 380 en Retia (norte de Italia), es conocido como el primer obispo de Turín, diócesis de Milán. En su Sermón 81, mencionó haber presenciado en 397 el martirio de tres misioneros en Anaunia, Alpes Réticos, lo que sugiere su origen en esa región. Fue discípulo de San Ambrosio de Milán y San Eusebio de Vercelli, según el historiador Genadio de Marsella, quien lo describió como un profundo estudioso de la Biblia y predicador.
Máximo asumió el obispado de Turín entre 398 y 408, y lideró la diócesis durante un período de invasiones bárbaras y herejías. Participó en el Sínodo de Milán de 451, por lo que firmó la carta dogmática de León I contra nestorianos y eutiquianos, y en el Concilio de Roma de 465, donde su firma, tras la del papa Hilario, indicó que era el obispo más anciano presente.
Obra literaria de San Máximo de Turín
Máximo dejó una colección de 116 sermones, 118 homilías y 6 tratados, aunque algunos son de autoría dudosa, según la edición de Bruno Bruni (1784). Sus escritos abordan la Cuaresma, el bautismo, la supremacía de San Pedro y la lucha contra el paganismo y herejías como el arrianismo.
En la homilía 36, critica a patronos cristianos que no muestran compasión hacia esclavos cristianos, destacando la igualdad en la fe. Sus sermones reflejan costumbres de la época, como la prohibición de ayunar en Pascua (homilía 61).
Filosofía y espiritualidad
La filosofía de Máximo se centró en la coherencia entre fe y vida, inspirada por San Ambrosio. Promovió la oración diaria, la señal de la cruz antes de toda acción y el uso de los Salmos como alabanza, según homilías 13 y 14.
Defendió la ortodoxia contra herejías y supersticiones paganas, como las celebraciones de Año Nuevo (sermón 111). Su pastoral priorizó la caridad, la justicia social y la guía espiritual de los ricos terratenientes de Turín.
Canonización y patronazgo de San Máximo de Turín
Máximo fue canonizado por aclamación popular. Es patrono de Turín, venerado por su liderazgo durante las invasiones bárbaras. Su santidad se basa en su defensa de la fe y su ministerio pastoral. Falleció alrededor del 465, poco después del Concilio de Roma, y fue sucedido por San Víctor.
Legado en la Iglesia de San Máximo de Turín
Contexto histórico
En el siglo V, el norte de Italia sufró invasiones bárbaras y divisiones religiosas. La diócesis de Turín, bajo la influencia de Milán, enfrentó resurgimientos paganos. Máximo, como obispo, asumió roles civiles, como el rescate de prisioneros, lo que reflejó el creciente poder eclesiástico en un Imperio en declive.