El Gobierno de Ecuador, liderado por Daniel Noboa, no emitió un pronunciamiento oficial hasta el 22 de junio de 2025 en Quito sobre la escalada del conflicto entre Irán e Israel, que amenaza con cerrar el estrecho de Ormuz, debido a su cautela diplomática y la necesidad de mantener alianzas internacionales frente a la crisis económica y de seguridad interna.
A las 12:00 del 22 de junio de 2025, ni la Cancillería de Ecuador ni el presidente Daniel Noboa habían hecho declaraciones públicas sobre la intensificación del conflicto entre Irán e Israel, que entró en su noveno día con ataques mutuos, según reportes internacionales. Este silencio refleja la delicada posición del país en un contexto de crisis global y tensiones económicas. La falta de un comunicado oficial contrasta con los antecedentes de la política exterior de Noboa, marcada por una clara inclinación hacia aliados occidentales.
En mayo de 2025, durante una visita oficial a Israel, Noboa se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu en Jerusalén, donde expresó que Ecuador e Israel comparten “los mismos enemigos” y agradeció la cooperación bilateral en seguridad y tecnología. Esta declaración, publicada en redes oficiales de Netanyahu, consolidó una alianza estratégica. Además, el Gobierno ecuatoriano declaró a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista en abril de 2025, un gesto alineado con la política israelí, según la académica Andrea Endara, experta en ciencias políticas de la Universidad Casa Grande.
Contexto de la cautela diplomática
A pesar de esta inclinación, Endara destaca el “pragmatismo” de Noboa, quien busca apoyo internacional para combatir la crisis de seguridad interna en Ecuador, con 1.300 homicidios registrados en los primeros 50 días de 2025. Este pragmatismo se evidenció en su viaje a China en marzo de 2025, un país con relaciones cercanas a Irán. China y Rusia han instado a desescalar el conflicto, lo que pone a Ecuador en una encrucijada diplomática. “Ecuador debe esperar antes de tomar partido”, señaló Endara, para evitar alinearse en una posible división global.
Impacto económico en juego
La principal razón para esta cautela es económica. Irán amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde pasa entre el 20% y 30% del petróleo mundial. Aunque el precio del crudo ecuatoriano, que alcanzó los 80 dólares por barril en junio, podría beneficiarse, Ecuador importa gas y derivados del petróleo. Un aumento en los precios internacionales elevaría los costos internos, afectando a la población, donde el 28% vive en pobreza, según datos del INEC. “Alinearse prematuramente sería perjudicial”, advirtió Endara.
Recomendaciones y próximos pasos
Endara recomienda al Gobierno de Noboa agudizar sus estrategias diplomáticas y mantener una postura neutral hasta que el conflicto evolucione. La Cancillería, liderada por Gabriela Sommerfeld, ha priorizado la cooperación con aliados como Estados Unidos e Israel, pero también busca diversificar relaciones con potencias como China para garantizar estabilidad económica. El silencio actual podría romperse con un comunicado oficial en los próximos días, dependiendo de los avances en la crisis global.
