El presidente de Argentina, Javier Milei, descartó categóricamente otorgar un indulto a la exmandataria Cristina Fernández, condenada a seis años de arresto domiciliario por delitos de corrupción. Durante su participación en el Madrid Economic Forum, celebrado el 8 de junio en el Palacio de Vistalegre, Milei calificó la posibilidad de un indulto como un “disparate” y subrayó su compromiso con la independencia judicial. La condena de Fernández, que incluye inhabilitación política perpetua, es vista por el presidente como una “lección de republicanismo”.
En una entrevista con La Nación +, Milei afirmó que no tiene “la más mínima intención” de intervenir en el proceso judicial contra Fernández, quien comenzó a cumplir su pena esta semana en su residencia de Buenos Aires. El presidente destacó que su administración busca romper con las supuestas injerencias judiciales de gobiernos anteriores, incluyendo el de Fernández, al que calificó como “uno de los peores de la historia”.
Contexto de la condena
Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina entre 2019 y 2023 y presidenta entre 2007 y 2015, fue condenada por irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su gestión. La sentencia, ratificada por los tribunales, impone seis años de reclusión e inhabilitación para cargos públicos de por vida. A diferencia de un encarcelamiento tradicional, los jueces autorizaron que cumpla su condena en su domicilio, con la condición de actuar con “prudencia y sentido común” en sus apariciones públicas, como asomarse al balcón.
El fallo ha generado movilizaciones de simpatizantes kirchneristas en Buenos Aires, quienes han expresado su respaldo a la exmandataria. Estas manifestaciones han avivado el debate sobre la polarización política en Argentina, en un contexto donde Milei busca consolidar su agenda de reformas económicas y judiciales.
Compromiso con la justicia independiente
Milei, quien asumió la presidencia en diciembre de 2023, ha reiterado que su gobierno respeta las decisiones judiciales sin interferencias. “Yo vivo pregonando la independencia de la justicia, que la justicia falle y haga lo que considera pertinente”, afirmó en la entrevista. Esta postura, según el presidente, contrasta con las prácticas de administraciones previas, a las que acusó de manipular el sistema judicial para proteger a sus aliados.
El líder libertario también evocó una de sus frases de campaña: “El que la hace, la paga”. Esta declaración refleja su intención de proyectar una imagen de imparcialidad y rigor en el cumplimiento de la ley. Siendo este un mensaje clave para su base electoral, que lo respalda por su discurso anticorrupción.
Repercusiones y antecedentes
La condena de Fernández marca un hito en la historia política argentina, al tratarse de una de las figuras más influyentes de las últimas décadas. Su trayectoria incluye dos mandatos presidenciales y un rol protagónico en el peronismo, lo que ha generado tanto apoyo ferviente como críticas acérrimas. La decisión de los tribunales de permitirle cumplir la pena en su domicilio ha sido interpretada por algunos como una medida para evitar tensiones sociales. Esto, se debe al arraigo del kirchnerismo en sectores de la población.
Por su parte, Milei ha utilizado este caso para reforzar su narrativa de cambio frente a lo que describe como un sistema político corrupto. Su participación en el Madrid Economic Forum, organizado por tercera vez le permitió proyectar esta postura en un escenario internacional.
Un debate en curso
La negativa de Milei a considerar un indulto reaviva la discusión sobre el rol del poder ejecutivo en los procesos judiciales. Mientras los seguidores de Fernández denuncian una persecución política, el gobierno actual insiste en que la condena es un paso hacia la transparencia. El caso, que sigue generando eco en Argentina, pone a prueba el equilibrio entre la justicia, la política y la opinión pública.