La Asamblea Nacional debatirá este viernes 20 de junio del 2025 una reforma al Código de la Democracia, impulsada por el correísmo (Revolución Ciudadana) y el oficialismo (ADN), que busca modificar el método de asignación de escaños en elecciones para la Asamblea, concejos municipales y juntas parroquiales. Tras un mes de instalada la Asamblea, ambas fuerzas, que controlan el 88% de las curules, coinciden en la necesidad de cambiar el sistema electoral para priorizar la representación de los partidos con mayor votación.
La propuesta, respaldada por 132 asambleístas de ADN y Revolución Ciudadana, plantea adoptar un nuevo método de asignación de escaños que beneficie a las organizaciones con mayor respaldo electoral, sin distinguir entre partidos grandes o pequeños. María Molina, asambleísta de Revolución Ciudadana, explicó: “Esto garantiza que quienes más votación tengan obtengan escaños, reflejando la voluntad popular”. Por su parte, Rosa Torres, de ADN, señaló que las 232 organizaciones políticas registradas en el Consejo Nacional Electoral (CNE) evidencian la necesidad de “depurar el sistema de partidos políticos”.
El proyecto también propone extinguir organizaciones políticas que no alcancen al menos el 5% de los votos en un solo proceso electoral, endureciendo la ley actual, que exige dos elecciones consecutivas con resultados insuficientes. Esta medida busca reducir el número de partidos y movimientos, consolidando el poder de las fuerzas mayoritarias.
Con votos en contra y sin definir sus posturas
Sin embargo, la iniciativa genera rechazo entre los grupos minoritarios. El Partido Social Cristiano (PSC) y los asambleístas independientes anunciaron su voto en contra, aunque reconocen que su oposición no será suficiente frente a la mayoría de ADN y el correísmo. Cristian Benavides, asambleísta independiente, calificó la reforma como “un atentado a la democracia, la participación, la pluralidad y la diversidad de pensamientos”. Los minoritarios advierten que el cambio podría limitar la representación de sectores menos numerosos, afectando la diversidad política.
Pachakutik, la tercera fuerza en la Asamblea Nacional, aún no ha definido su postura, lo que mantiene en expectativa el trámite de la reforma. Con 132 votos asegurados, ADN y Revolución Ciudadana superan ampliamente los 92 necesarios para aprobar el proyecto en el pleno.
Un sistema electoral saturado
El debate se enmarca en un contexto de alta fragmentación política en Ecuador. Según el CNE, las 232 organizaciones registradas reflejan un sistema electoral saturado, donde movimientos locales y partidos nacionales compiten por representación. La reforma propuesta busca optimizar este panorama, pero críticos argumentan que podría consolidar un bipartidismo de facto, marginando a sectores emergentes o minoritarios.
El actual método de asignación de escaños, basado en el sistema D’Hondt, favorece una distribución proporcional, pero ADN y el correísmo sostienen que no refleja fielmente la voluntad popular en contextos de alta votación. La reforma plantea ajustes que prioricen a los partidos con mayor respaldo, aunque no se han detallado los aspectos técnicos del nuevo modelo.
Este viernes 20 de junio se definirá esta reforma
El viernes, el pleno de la Asamblea Nacional será el escenario donde se definirá el futuro de esta reforma, que podría transformar el sistema electoral ecuatoriano. Las discusiones previas han evidenciado tensiones entre mayorías y minorías, con posturas marcadas sobre el impacto de la propuesta en la democracia. Mientras los promotores defienden una mayor representatividad, los opositores alertan sobre una posible exclusión de voces diversas.
El Consejo Nacional Electoral será el encargado de implementar los cambios, de aprobarse, en los próximos procesos electorales. La ciudadanía y los actores políticos esperan claridad sobre cómo estas reformas afectarán la representación en futuras elecciones. En un país donde la polarización política sigue marcando la agenda.
