Un narcotúnel de aproximadamente 600 metros de longitud, equipado con ventilación, iluminación y rieles, fue localizado y desmantelado por autoridades mexicanas en coordinación con agencias de Estados Unidos. El hallazgo se realizó el 19 de junio de 2025, en la colonia Otay de Tijuana, como parte de un operativo de inteligencia conjunta contra el tráfico ilícito de drogas.
Operativo binacional y hallazgo del narcotúnel
La operación fue resultado de una colaboración entre la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Patrulla Fronteriza de EE. UU. (CBP). De acuerdo con los informes oficiales, el túnel iniciaba en una bodega industrial en Tijuana y se extendía hasta una zona comercial en San Diego, California.
La infraestructura ilegal contaba con refuerzos de concreto, sistema de ventilación, rieles metálicos y alumbrado eléctrico, lo que evidencia un grado de sofisticación considerable. Este tipo de instalaciones son empleadas habitualmente por cárteles del narcotráfico para transportar drogas de forma encubierta a través de la frontera.
Durante la intervención no se reportaron personas detenidas, pero las investigaciones continúan para identificar a los responsables de su construcción y operación.
Un nuevo golpe al narcotráfico fronterizo
Este hallazgo representa el segundo túnel transfronterizo detectado en la región en lo que va del año, lo cual refuerza los esfuerzos de vigilancia y cooperación internacional para combatir el crimen organizado en la frontera norte de México.
Según la Administración para el Control de Drogas de EE. UU. (DEA), los narcotúneles son utilizados principalmente para el contrabando de fentanilo, cocaína, metanfetamina y marihuana, y su construcción puede tardar meses, con una inversión que asciende a millones de dólares.
El túnel desmantelado en Tijuana comparte características con otros descubiertos en años recientes: discreta ubicación de entrada, diseño profesional y conectividad directa con puntos estratégicos del lado estadounidense.
Tijuana: punto crítico del tráfico ilícito
La ciudad fronteriza de Tijuana, ubicada en el estado de Baja California, es uno de los principales corredores del tráfico de drogas hacia EE. UU. Su proximidad con California, uno de los mayores mercados de consumo de drogas ilegales, ha convertido a la región en zona de alta vigilancia.
El gobierno mexicano ha intensificado sus operaciones en esta zona mediante el despliegue de elementos de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de la inteligencia táctica y el uso de tecnología avanzada para la detección de túneles y actividades subterráneas sospechosas.
Además, los drones de patrullaje aéreo, escáneres de suelo y sensores sísmicos han permitido mejorar la capacidad de respuesta ante este tipo de amenazas.
Coordinación binacional contra el crimen transnacional
El descubrimiento del narcotúnel es resultado directo de la cooperación entre agencias de seguridad de México y Estados Unidos, una línea estratégica prioritaria para ambos gobiernos frente al aumento del tráfico de drogas sintéticas.
La Embajada de EE. UU. en México emitió un comunicado en el que destaca la importancia de mantener mecanismos de intercambio de información y operativos conjuntos para reducir la capacidad operativa de los cárteles.
Las investigaciones ahora se centran en identificar las redes de financiamiento, construcción y logística detrás del túnel, así como sus nexos con organizaciones delictivas transnacionales.
Desmantelamiento
El desmantelamiento de este nuevo narcotúnel en Tijuana representa un avance importante en la lucha contra el narcotráfico en la frontera México-Estados Unidos. Si bien no hubo detenidos en esta fase del operativo, las autoridades aseguran que continuarán las investigaciones para desarticular la estructura criminal responsable. La detección temprana de este tipo de construcciones ilegales sigue siendo un desafío prioritario para los cuerpos de seguridad de ambos países.