La Policía detuvo a cuatro personas en los cantones de Manta, Portoviejo y Chone, provincia de Manabí, acusadas de extorsionar a propietarios de locales comerciales. Ellos exigían cantidades de entre 1.000 y 5.000 dólares a cambio de supuesta “seguridad”. El operativo contra la extorsión se realizó el miércoles 4 de junio de 2025, por la Unidad Antisecuestros y Extorsión (UNASE).
Esta acción resultó en la captura de cuatro individuos presuntamente vinculados a una red de extorsión que tenía en vilo a comerciantes locales. Según las autoridades, los sospechosos enviaban mensajes intimidatorios a dueños de negocios, exigiendo sumas de dinero bajo amenazas de represalias violentas.
La operación responde a una estrategia más amplia de la Policía para combatir el crimen organizado en Manabí, una provincia que, en los últimos años, ha enfrentado un incremento en delitos como el secuestro y la extorsión. Delitos que están ligados a bandas que operan tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios.
En la operación
Durante el procedimiento por extorsión, los agentes incautaron cuatro teléfonos celulares, los cuales serán sometidos a análisis forense para determinar la magnitud de las operaciones delictivas. A los detenidos los identificaron como Luis Alfredo Pita Pin, de 23 años; Angélica María Vélez Balderrama, de 26 años; Aarón Alfredo Álvarez Álvarez, de 25 años, todos sin antecedentes penales; y Andrea Alejandra Cedeño Bermello, de 31 años, quien registra antecedentes por asociación ilícita en julio de 2024.
La Policía decomisó cuatro dispositivos móviles, que, según las autoridades, contienen evidencia clave, como mensajes y registros de comunicaciones con las víctimas de extorsión. Estos indicios serán analizados para identificar posibles conexiones con otras redes criminales en la región. La intervención de la UNASE se hizo posible gracias a las denuncias de los comerciantes afectados. Ellos alertaron a las autoridades a través de la línea 1800-DELITO.
En un informe de la Policía, se explica que esta banda de presuntos extorsionadores tenían como centro de operaciones el distrito Manta. Sin embargo, habían extendido sus redes de extorsión a cantones como Portoviejo y Chone.
Afectaciones por las extorsiones
Manabí, una de las provincias más afectadas por la violencia criminal en Ecuador, ha sido blanco de bandas organizadas dedicadas a la extorsión. Estos aprovechan la vulnerabilidad de comerciantes para imponer “vacunas” o pagos extorsivos.
En meses recientes, la UNASE ha intensificado operativos contra la extorsión. Por ejemplo, el operativo Libertad 335, ejecutado en mayo de 2025, desarticuló una red que operaba desde la cárcel El Rodeo en Portoviejo. Ellos exigían entre 3.000 y 20.000 dólares a comerciantes mediante amenazas con explosivos y disparos. Estas operaciones reflejan un patrón: muchas extorsiones se coordinan desde centros penitenciarios, donde los reclusos utilizan teléfonos móviles para organizar sus actividades ilícitas.
Delito de extorsión
La extorsión ha generado un clima de temor entre los comerciantes de Manabí, quienes, en muchos casos, evitan denunciar por miedo a represalias. En sectores como La Pradera, Eloy Alfaro y San Juan en Manta, y Picoazá y Reales Tamarindos en Portoviejo, los negocios han sido blanco recurrente de estas redes. Según un informe del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, el 63% de las detenciones por extorsión en 2024 se concentraron en provincias costeras como Manabí, Guayas y El Oro.
A pesar de los avances, las autoridades enfrentan desafíos significativos. El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado señala que, en 2024, solo el 44,86% de los 73.425 detenidos a nivel nacional permanecieron en prisión, debido a la aplicación de medidas sustitutivas por parte de los jueces. Este fenómeno, combinado con la operación de bandas desde cárceles como El Rodeo, complica la lucha contra el crimen organizado.
La Policía Nacional exhorta a los ciudadanos a reportar cualquier intento de extorsión a través de las líneas ECU-911 o 1800-DELITO. Esto porque la colaboración comunitaria es esencial para desarticular estas redes. Mientras tanto, los comerciantes de Manta, Portoviejo y Chone esperan que operativos como “Libertad 401” devuelvan la tranquilidad a sus negocios. (27)