Un proyecto liderado por la Universidad Particular de Loja (UTPL) busca posicionar al cuy como una fuente de proteína clave en Ecuador. Este roedor, nativo de los Andes y tradicional en la gastronomía de Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia, destaca por su alto valor nutricional y bajo impacto ambiental. La iniciativa, enfocada en sanidad animal y zoonosis, promueve su crianza y consumo para garantizar la seguridad alimentaria y fortalecer la economía rural en provincias como Chimborazo, Cotopaxi y Azuay.
El cuy, también llamado conejillo de indias o acure, es una fuente de proteína magra, rica en aminoácidos esenciales y baja en grasa, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO). En Ecuador, se crían anualmente 21 millones de cuyes, principalmente en sistemas tradicionales que utilizan forrajes. Aunque el consumo per cápita en el país (menor a 1 kilogramo por persona) está lejos de los 1 a 1.5 kilogramos registrados en Perú y Bolivia, la UTPL busca cerrar esta brecha mediante la tecnificación y promoción de su producción.
La carne de cuy y la economía
La carne de cuy, además de nutritiva, es económicamente accesible. Un cuy en pie listo para consumo cuesta alrededor de 6 dólares, mientras que en restaurantes puede alcanzar entre 15 y 20 dólares, dependiendo de su tamaño y preparación. En Perú, líder mundial en consumo y exportación de cuy, especialmente a Estados Unidos, este roedor es un pilar de la dieta y la economía local, un modelo que Ecuador pretende replicar.
Históricamente, el cuy ha sido parte de la cultura andina desde antes del descubrimiento de América, cuando los indígenas lo domesticaban para ofrendas y alimento. Criado tradicionalmente en los hogares para protegerlo de depredadores y el clima, su producción se modernizó en Ecuador en la década de 1950. Actualmente, criaderos en provincias como Carchi, Imbabura, Pichincha, Tungurahua, Loja y zonas de la costa y el oriente han convertido al cuy en una oportunidad de negocio en crecimiento.
Proyecto para aumentar el consumo
El proyecto de la UTPL no solo busca aumentar el consumo, sino también optimizar las prácticas de crianza para reducir riesgos sanitarios y mejorar la productividad. Según expertos, la sostenibilidad de este sistema radica en su bajo costo de producción y mínima huella ambiental en comparación con otras carnes, lo que lo hace ideal para pequeños productores. “El cuy es un producto alimenticio de alto valor nutricional, pero muchos lo rechazan por prejuicios asociados a su apariencia”, explica un investigador de la UTPL.
En el ámbito internacional, la carne de cuy gana adeptos en mercados como Estados Unidos, donde su perfil saludable y exótico atrae a consumidores. En Ecuador, el desafío es superar las barreras culturales y fomentar su inclusión en la dieta urbana. La UTPL trabaja con comunidades rurales para estandarizar procesos y garantizar la calidad, lo que podría posicionar al cuy como un motor de desarrollo agroindustrial. (10)