Los abejones de mayo, escarabajos del género Phyllophaga que marcan el inicio de la temporada de lluvias en Costa Rica, están desapareciendo. Esto debido a la urbanización, el uso de plaguicidas y el cambio climático, alertan biólogos de la Universidad de Costa Rica (UCR) el 9 de mayo de 2025.
En Costa Rica, los abejones de mayo, nombre popular para más de 400 especies del género Phyllophaga, han sido históricamente un símbolo del inicio de la temporada lluviosa, que comienza en mayo y se extiende por ocho meses. Estos escarabajos emergen de la tierra durante las primeras lluvias para reproducirse en las últimas semanas de su ciclo de vida de un año. Sin embargo, su presencia, alguna vez común en zonas urbanas y rurales, ha disminuido drásticamente.
Causas de la desaparición
La principal causa identificada por los expertos es la urbanización. Según el Banco Mundial, la población urbana de Costa Rica pasó del 50% en 1990 al 81% en 2020, lo que ha transformado áreas verdes en zonas de concreto. Las larvas de los abejones, que viven bajo tierra y se alimentan de raíces, necesitan suelos ricos en vegetación para prosperar.
“Si reemplazamos áreas verdes por obra gris, concreto y varilla, estamos hablando de un ambiente donde un abejón de mayo no puede sobrevivir”, explica Arias. En la Gran Área Metropolitana, donde se concentra la mayoría de la población, los cafetales y bosques. Estos han sido reemplazados por condominios y edificios, reduciendo el hábitat de estos insectos.

Otros factores contribuyen al declive.
El uso excesivo de plaguicidas es un problema significativo, ya que Costa Rica lidera el uso de agroquímicos por hectárea a nivel mundial, según la FAO, con un promedio de 34,5 kg por hectárea en 2021. Estos productos afectan tanto a las larvas como a los adultos de los abejones. Además, el cambio climático altera los patrones de lluvia, afectando el ciclo reproductivo de los escarabajos, que dependen de la sincronía con las primeras precipitaciones de mayo.
En 2024, el país enfrentó una sequía severa debido a El Niño, con un déficit de precipitaciones del 20% en la región central, según el Instituto Meteorológico Nacional, lo que pudo haber impactado aún más a estas especies.
Diversidad y mitos sobre los abejones
En la colección del Museo de Insectos de la UCR, Arias muestra la diversidad de los abejones de mayo: desde ejemplares diminutos hasta otros más grandes. De colores oscuros o dorados, como el Phyllophaga sanjosícola, endémico de San José. “Este es una belleza”, dice Arias mientras señala las uñas tarsales, un rasgo distintivo para identificar especies. Contrario a la creencia popular, Arias aclara que los abejones no son torpes. Están adaptados para un vuelo nocturno con luz natural, pero las luces artificiales los desorientan, lo que dio origen al refrán.
Sin embargo, los abejones también enfrentan un estigma. En zonas agrícolas, sus larvas, conocidas como “gallina ciega”, son consideradas plagas porque se alimentan de raíces. Ellos pueden dañar cultivos como papa, café y caña de azúcar. “Son un problema grave para los agricultores”, reconoce Arias, lo que ha llevado al uso intensivo de plaguicidas que, aunque controlan las larvas, afectan a toda la población de escarabajos y a otros insectos beneficiosos.
Impacto ecológico y cultural
Los abejones de mayo cumplen un rol ecológico clave. Sus larvas ayudan a descomponer materia orgánica en el suelo, mejorando su fertilidad, y los adultos son parte de la cadena alimenticia, sirviendo de alimento a aves y murciélagos. Su declive podría tener efectos en cascada en los ecosistemas, especialmente en suelos agrícolas. Culturalmente, su desaparición amenaza una tradición arraigada en Costa Rica, donde el refrán “como abejón de mayo” refleja su presencia en la memoria colectiva.
En zonas rurales, donde la pérdida de hábitat ha sido menos severa, aún se pueden encontrar abejones, pero su disminución es notable incluso allí. Arias propone que se realicen estudios para determinar qué especies específicas están más afectadas, en qué regiones y cómo varía su comportamiento, un trabajo que el Museo de Insectos espera emprender en los próximos años.
Conclusión
La desaparición de los abejones de mayo en Costa Rica es un reflejo de los desafíos ambientales que enfrenta el país: urbanización acelerada, uso intensivo de agroquímicos y cambio climático. Estos escarabajos, que alguna vez anunciaron las lluvias con su zumbido, hoy son un recordatorio de la necesidad de equilibrar el desarrollo con la conservación.