Margot Friedländer, sobreviviente del Holocausto y testigo de la persecución nazi, falleció este 9 de mayo de 2025 en Berlín, Alemania, a los 103 años, según anunció su fundación. Su vida estuvo dedicada a preservar la memoria de las víctimas y advertir sobre el aumento del extremismo.
Antecedentes históricos de Margot Friedländer
Margot Friedländer, nacida como Anni Margot Bendheim el 5 de noviembre de 1921 en Berlín, creció en una familia judía en el distrito de Kreuzberg. En 1943, tras la detención de su madre y su hermano Ralph por la Gestapo, se vio obligada a vivir en la clandestinidad, ayudada por una red de 16 alemanes no judíos.
Para evitar ser reconocida, tiñó su cabello de rojo, dejó de usar la estrella judía y se sometió a una cirugía nasal. Sin embargo, en abril de 1944, fue traicionada por «cazadores» judíos que colaboraban con los nazis y deportada al campo de concentración de Theresienstadt, en la actual República Checa.
Sobrevivió a las duras condiciones del campo, donde conoció a su futuro esposo, Adolf Friedländer. Su madre, su hermano y su padre, quienes habían huido a Bélgica en 1939, fueron asesinados en Auschwitz.
Una vida marcada por la tragedia
En Theresienstadt, Friedländer llegó en junio de 1944 y describió la vida en el campo como «cruel». En la primavera de 1945, presenció la llegada de prisioneros demacrados procedentes de las marchas de la muerte desde Auschwitz, lo que le hizo comprender que no volvería a ver a su familia.
El campo fue liberado por el Ejército Soviético el 8 de mayo de 1945, y poco después, Adolf le propuso matrimonio. La pareja emigró a Nueva York en 1946, tras pasar por un campo para personas desplazadas. Friedländer trabajó como costurera y luego en una agencia de viajes, mientras que Adolf falleció en 1997.
Tras 57 años lejos de Alemania, Friedländer regresó a Berlín en 2010 para compartir su testimonio con jóvenes, enfocándose en la lucha contra el antisemitismo y el extremismo. Su autobiografía, Versuche, dein Leben zu machen (2008), titulada en inglés Try to Make Your Life, recoge el último mensaje de su madre y fue galardonada con el Einhard-Preis.
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Reconocimientos y legado
Friedländer recibió múltiples distinciones por su labor. Para 2011, el presidente Christian Wulff le otorgó la Cruz Federal al Mérito. Mientras que en 2018, fue nombrada Ciudadana Honoraria de Berlín y recibió el Premio de Historia Judía Alemana de la Fundación Obermayer.
En 2014, la Fundación Schwarzkopf creó el Premio Margot Friedländer, que apoya a jóvenes en la lucha contra el racismo. En 2024, fue galardonada con la Medalla Mevlüde Genç por su trabajo de reconciliación.
Una estatua en su honor se encuentra en el Ayuntamiento de Berlín, y un Stolperstein (piedra de tropiezo) marca su antigua residencia en Kreuzberg.
Advertencias contra el extremismo
En enero de 2025, durante la conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, Friedländer fue homenajeada por su papel como testigo de la historia. En un discurso, enfatizó que los sobrevivientes son quienes «saben qué sucedió y cómo fue».
Alertó sobre el aumento de los discursos de ultraderecha en Europa, instando a la sociedad a «tener cuidado» y a «respetar a las personas». «Perdí a toda mi familia», relató, subrayando la importancia de evitar que la historia se repita. Su mensaje resonó en un contexto de crecientes tensiones sociales y políticas.
Contexto del Holocausto y Theresienstadt
El Holocausto, perpetrado por el régimen nazi, resultó en el asesinato de aproximadamente 6 millones de judíos, incluyendo 1.1 millones en Auschwitz-Birkenau, según el Museo de Auschwitz.
Theresienstadt, donde Friedländer estuvo prisionera, fue presentado por los nazis como un «campo modelo», pero sirvió como centro de propaganda y tránsito hacia campos de exterminio.
De los 140.000 judíos enviados allí, cerca de 33.000 murieron en el campo y 88.000 fueron deportados a otros campos, como Auschwitz. La liberación de Theresienstadt en 1945 marcó el fin de un capítulo de sufrimiento, pero dejó cicatrices imborrables en sobrevivientes como Friedländer.
Un legado imborrable
El fallecimiento de Friedländer, anunciado por la Fundación Margot Friedländer, ocurrió en la semana del 80 aniversario de la rendición nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Aunque no se divulgaron detalles sobre la causa o el lugar exacto de su muerte, su impacto perdura. Su fundación no respondió a solicitudes de información adicional. Friedländer dedicó sus últimos años a educar sobre los horrores del Holocausto, dejando un mensaje de respeto y vigilancia contra el odio.