Los 133 cardenales electores llamados a elegir al 267º Romano Pontífice se reunirán desde este miércoles, 7 de mayo, en la Capilla Sixtina del Vaticano donde se celebrará el Cónclave que elegirá al sucesor de Francisco, el más abierto y blindado de la historia.
La Ciudad del Vaticano y Roma se preparan para la elección de este nuevo Papa, un acontecimiento histórico que atrae la atención de miles de periodistas y fieles y que reúne a los cardenales menores de 80 años (exceptuando a los dos que se ausentarán por causas de salud), tras haber reconocido este derecho desde el colegio cardenalicio, dispensando de la disposición legislativa que establece un límite de 120.
La fecha del cónclave –del latín cum clave, que significa cerrado– se hizo pública el pasado 28 de abril y tiene lugar entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del Papa (Francisco falleció el pasado 21 de abril), después de los Novendiali, los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto. En concreto, desde el momento en que la Sede Apostólica queda legítimamente vacante, los cardenales electores presentes deben esperar quince días completos por los ausentes, hasta un máximo de veinte días, si hay razones graves.
Cardenales llegan de los lugares más lejanos del mundo para el Cónclave
Durante estos días, han llegado a Roma cardenales procedentes de los lugares más lejanos del mundo, que se alojan desde hoy en la Casa Santa Marta, la Domus Vaticana donde Francisco había decidido vivir. Todos ellos han participado en las congregaciones generales que se celebran con el fin de conocerse y debatir cuestiones que afectan a la Iglesia. La última reunión se ha celebrado este martes por la mañana.
El más mayor de los cardenales electores es el cardenal arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro, de 79 años, y el más joven, el australiano Mikola Bychok, de 45 años. Por continentes, 53 cardenales son europeos, 37 americanos (16 norteamericanos, 4 centroamericanos y 17 sudamericanos), 23 asiáticos, 18 africanos y 4 de Oceanía.
Veteranos del Cónclave son los cinco cardenales creados por san Juan Pablo II: el francés Philippe Barbarin, el croata Josip Bozanic, el húngaro Péter Erdo, el bosnio Vinko Puljic –finalmente ausente por motivos de salud– y el ghanés Peter Turkson. Hay 22 electores que recibieron el birrete cardenalicio de manos de Benedicto XVI y 108 que lo llevan por haberlos elegido Francisco.
Requisitos para ser elector en un Cónclave
Entre los electores, se encuentran seis españoles, tres de ellos miembros de la Conferencia Episcopal Española (CEE): el arzobispo de Madrid, José Cobo; el arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro; y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. Por su parte, el arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares, ha excusado su participación por motivos de salud.
A ellos se suma Ángel Fernández Artime (proprefecto del dicasterio para el Instituto de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica); el arzobispo de Rabat, Cristóbal López, y el obispo de Córcega, Francisco Javier Bustillo. Todos ellos tienen menos de 80 años, requisito para ser elector en un Cónclave.
Los días previos al Cónclave no han estado exentos de polémica ya que el cardenal Giovanni Angelo Becciu, condenado por un caso de irregularidades financieras en el marco de la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres, era uno de los participantes. Finalmente, la semana pasada, renunció a entrar a la Capilla Sixtina por «el bien de la Iglesia».
Juramentos, misa e inicio del Cólclave
Este lunes 5 de mayo tuvo lugar el juramento de secreto absoluto de los oficiales y asistentes al Cónclave en la Capilla Paulina, entre los que se encuentran los médicos disponibles para eventuales emergencias; los ascensoristas del Palacio Apostólico; el personal encargado de la cantina y de los servicios de limpieza; el personal de transporte de los electores o el coronel y el mayor de la Guardia Suiza Pontificia destinados a la vigilancia cerca de la Capilla Sixtina.
Este miércoles 7 de mayo a las 10h00 se concelebrará la solemne Misa ‘pro eligendo Pontifice’, celebración Eucarística presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, quien invitará a sus hermanos a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina con estas palabras: «Toda la Iglesia, unida a nosotros en la oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un digno Pastor de todo el rebaño de Cristo».
Reunión en la Capilla Sixtina
A las 16h30 horas, los cardenales se reunirán en la Capilla Paulina para rezar antes de dirigirse a la Capilla Sixtina, en cuyo interior cantarán el himno ‘Veni, Creator Spiritus’ y prestarán juramento. Esta estancia está acondicionada con bancos para el recuento de votos y un horno donde se quemarán las papeletas. Para elegir al Papa se necesita una mayoría cualificada de dos tercios, es decir, 89 votos.
Las votaciones tendrán lugar todos los días: dos por la mañana y dos por la tarde. En el caso de que los cardenales electores tengan dificultades para ponerse de acuerdo sobre la persona elegida, después de tres días sin resultado, las votaciones se suspenderán durante un máximo de un día, para una pausa y posterior votación.
Si después de siete votaciones, la elección no ha tenido lugar, se celebrará otra pausa y se realizará otra serie de siete votaciones. En caso de que no se produzca la elección, habrá una nueva pausa y se reanudará la votación, con un máximo de siete papeletas. Si de nuevo no hay elección, se reservará un día para la oración, la reflexión y el diálogo. En la siguiente votación se deberá elegir entre los dos nombres que hayan recibido más votos en la votación anterior.
La votación
En el caso de que se llegue a esta votación, también se necesita una mayoría cualificada de al menos dos tercios de los cardenales presentes y votantes, aunque en estas votaciones no pueden votar los dos cardenales sobre los que se requiere una votación.
Tras comprobar las votaciones, los votos se queman en una estufa de hierro fundido, usada por primera vez durante el Cónclave de 1939, mientras que en una segunda estufa, de 2005, conectada, se utilizan los productos químicos que deben dar el color negro, en caso de no elección, y el color blanco, en caso de elección. La chimenea que dará a conocer al mundo la decisión de los cardenales fue instalada el pasado 2 de mayo y de ellas saldrá la fumata negra, si no hay elección, o la fumata blanca: ‘Habemus Papam’.
Cuando sea elegido el nuevo Papa, los cardenales tendrán que prestar juramento y guardar secreto sobre todos los detalles que rodean la elección del nuevo pontífice y de rechazar cualquier influencia exterior. Por ello, los sistemas de transmisión de señales de telecomunicaciones de telefonía móvil se desactivarán a partir de este miércoles y hasta que concluya el Cónclave para garantizar que este transcurre bajo el más estricto secreto, según ha anunciado la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Los favoritos para ser elegidos
Son varios los ‘papables’ que suenan como favoritos aunque no hay candidato claro, quizás debido a la premisa que se suele escuchar en estas citas de que ‘Quien entra Papa, sale cardenal’. Uno de los purpurados que suena como posible sucesor es el italiano Pietro Parolin (70 años), mano derecha del Papa Francisco como secretario de Estado y figura clave en la política internacional del Vaticano en los últimos años.
Mientras, en la calle ya se respira el ambiente precónclave y una decena de pantallas gigantes ya están preparadas –cuatro en la Plaza de San Pedro y seis a lo largo de la Via de la Conciliazione– para retransmitir el momento en el que el mundo conocerá al nuevo Pontífice.
Así, la vía que va directa al Vaticano está preparada para acoger a miles de fieles que seguro se acercarán cuando salga la fumata blanca. «Creo que saldrá elegido el viernes», comenta Manuel, mientras voluntarios aseguran que nadie lo puede saber. «Sólo lo saben los cardenales», precisan a Europa Press.