El cardenal Michael Czerny, jesuita canadiense de 78 años, es actualmente el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, uno de los organismos más importantes de la Curia Romana. Su trabajo articula las prioridades sociales del papa Francisco, con un enfoque centrado en migración, justicia social, desarrollo sostenible y derechos humanos.
Una vida marcada por el desplazamiento y la misión
Nacido en 1946 en Brno, entonces Checoslovaquia, Michael Czerny emigró a Canadá con su familia siendo niño, un hecho que lo sensibilizó profundamente sobre la realidad de los desplazados forzosos. En 1963, ingresó en la Compañía de Jesús, misma orden religiosa del papa Francisco. Desde entonces, ha estado al servicio de poblaciones vulnerables, comenzando en El Salvador durante los años 80. En este país trabajó con comunidades afectadas por el conflicto armado, tras el asesinato del padre Ignacio Ellacuría y otros jesuitas.
Posteriormente, Czerny se fue a África, donde lideró proyectos enfocados en el combate al VIH/sida, priorizando un enfoque pastoral y sanitario. Su capacidad de trabajo intercontinental y su orientación a la acción directa lo posicionaron como uno de los referentes en temas de desarrollo humano dentro de la Iglesia.
Presencia clave en el Vaticano y el trabajo con migrantes
En 2010, Czerny es convocado al Vaticano, donde desempeñó diversos roles hasta ser nombrado en 2017 como subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados, dentro del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Desde allí, impulsó iniciativas globales de acogida, protección, promoción e integración de migrantes, en línea con la visión del papa.
Fue creado cardenal en 2019 y, en 2022, asumió la prefectura del Dicasterio. Desde donde coordina estrategias internacionales de asistencia social, apoyo a desplazados, desarrollo sostenible y cuidado de la creación, pilares centrales del pontificado de Francisco.
Michael Czerny un referente en el desarrollo humano integral
Czerny ha promovido campañas y documentos enfocados en la ecología integral, como propone la encíclica Laudato si’. Defendido políticas públicas que aborden las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad. A pesar de su avanzada edad, continúa siendo una figura activa en los foros internacionales de la Iglesia. Michael Czerny tiene presencia frecuente en cumbres globales sobre cambio climático, migración y paz.
Su experiencia, su identidad jesuita y su compromiso con una Iglesia cercana a los pobres lo consolidan como un referente de la misión social del Vaticano, manteniendo vigente la visión de una Iglesia en salida, al servicio de los más necesitados.