Un militar con el rango de cabo primero de las Fuerzas Armadas fue detenido al tratar de entrar objetos prohibidos al Centro de Rehabilitación Social El Rodeo de Portoviejo.
La madrugada de este viernes 28 de febrero, un cabo primero de las Fuerzas Armadas fue detenido por intentar ingresar objetos prohibidos a la cárcel El Rodeo.
El militar de 35 años, nunca se percató que fue visto por uno de sus compañeros con un bulto de color verde en la cabina de un camión militar que ingresaría al centro penitenciario.
El comportamiento sospechoso del militar alertó al otro uniformado, quien dio aviso al jefe de guardia.
Al realizar una revisión del contenido del bulto, se descubrió que contenía una serie de objetos prohibidos que podrían ser utilizados en actividades ilícitas.
Objetos prohibidos son ingresados de contrabando
Entre los artículos decomisados se encontraron varios objetos prohibidos que violan las normativas de los centros penitenciarios. Los objetos incluidos en el paquete fueron:
- Un teléfono celular Samsung de color negro con envolturas de caucho.
- Una pantalla de teléfono adherida a un plástico transparente.
- Tres cables de carga color blanco.
- Tres transformadores de carga.
- Una batería de teléfono Samsung.
- Cinco auriculares.
- Un cargador de teléfono negro.
- Un envase de pegamento negro.
- Diecinueve aretes.
- Una cuchilla de afeitar (Gillette).
La intervención de su compañero evitó que estos artículos llegaran a manos de los reclusos. El cabo primero fue aprehendido y entregado a la Policía Nacional, quienes lo custodiaron hasta su traslado a una dependencia judicial. Allí, el militar deberá enfrentar los cargos por el intento de contrabando de objetos prohibidos.
La constante amenaza del tráfico de artículos ilícitos dentro de los centros de rehabilitación social, es una de las preocupaciones recurrentes de las autoridades penitenciarias. A raíz de esto, se ha intensificado el control en las entradas de los centros de detención para prevenir que los reclusos tengan acceso a objetos que puedan ser utilizados para actividades ilícitas, como la comunicación con el exterior, la fabricación de armas improvisadas o el consumo de sustancias prohibidas.
La Policía y las autoridades penitenciarias han destacado que este tipo de acciones que son fundamentales para garantizar la seguridad y el orden en las cárceles del país. Asimismo, se ha reiterado la importancia de mantener vigiladas las acciones de aquellos que tienen acceso a los centros de rehabilitación, a fin de evitar que sigan ingresando objetos prohibidos.