Pintarse las uñas, una práctica estética común entre adultos, no es recomendable para niñas pequeñas, según advierten especialistas en salud infantil. La advertencia, publicada en distintos informes médicos recientes, fue reforzada este 2025 por organizaciones de pediatría en Estados Unidos, Europa y América Latina, debido a la exposición innecesaria a sustancias químicas potencialmente tóxicas presentes en muchos esmaltes.
Riesgos químicos en productos de uso común
El principal argumento médico para evitar que niñas pequeñas usen esmalte de uñas es la presencia de sustancias químicas tóxicas en estos productos, incluso en versiones etiquetadas como “infantiles”. Entre los compuestos más señalados están el formaldehído, el tolueno y los ftalatos, ingredientes presentes en muchos esmaltes convencionales.
Estas sustancias forman parte del grupo conocido como “los tres tóxicos” del esmalte de uñas y han sido vinculadas por diversos estudios científicos a problemas respiratorios, irritación cutánea y alteraciones hormonales cuando se absorben por la piel o se inhalan sus vapores.
Según datos de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), estos ingredientes pueden ser especialmente dañinos para los niños en edad preescolar, cuyo sistema endocrino y respiratorio aún está en desarrollo.
Peligros por contacto y conducta infantil
Además de la composición química, los expertos alertan sobre conductas propias de la infancia que pueden aumentar el riesgo. Las niñas pequeñas tienden a llevarse las manos a la boca, lo que puede causar ingestión accidental de residuos de esmalte o disolventes presentes en la superficie de las uñas.
También existe riesgo de reacciones alérgicas cutáneas, como enrojecimiento, picazón o descamación de la piel, especialmente en menores con piel sensible o antecedentes de dermatitis. Los informes clínicos coinciden en que, en algunos casos, se han registrado efectos adversos incluso tras una sola aplicación.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), la recomendación es evitar el uso de cosméticos en menores de seis años, incluyendo esmaltes, labiales y perfumes, debido a su formulación no adaptada para la piel infantil.
Cosmética infantil: un mercado poco regulado
A pesar de las advertencias, el mercado global de cosmética infantil ha crecido en la última década. Marcas comerciales han lanzado líneas de esmaltes “no tóxicos”, “lavables” o “a base de agua”, dirigidas explícitamente a niñas pequeñas. Sin embargo, según pruebas realizadas por organizaciones como Consumer Reports, algunos de estos productos siguen conteniendo conservantes y colorantes artificiales que podrían generar irritaciones.
La falta de una regulación internacional específica sobre cosmética infantil deja en manos de los padres la responsabilidad de elegir productos seguros. Especialistas recomiendan leer las etiquetas, consultar con dermatólogos pediátricos y evitar el uso prolongado o frecuente de esmalte, incluso si es “infantil”.
Recomendaciones para padres y cuidadores
Ante este panorama, pediatras y toxicólogos coinciden en varios puntos clave para padres y cuidadores:
- Evitar el uso de esmalte en niñas menores de seis años, especialmente en productos con fragancias o colorantes intensos.
- En caso de utilizar cosméticos, elegir opciones libres de ftalatos, formaldehído y tolueno, y certificadas por organismos reconocidos.
- Observar la aparición de signos de alergia, como enrojecimiento, picazón o malestar en la piel o mucosas tras la aplicación del esmalte.
- Fomentar el juego simbólico o el uso de alternativas no químicas, como uñas adhesivas para disfraces, sin pegamento ni pintura.
Estas medidas buscan proteger la salud infantil sin limitar el desarrollo lúdico o la expresión personal de los menores, equilibrando el juego con la seguridad.
Precaución con productos cosméticos en la infancia
El uso de esmalte de uñas en niñas pequeñas no es una práctica inofensiva, según coinciden expertos en salud. Aunque puede parecer una actividad inocente o parte de un juego, conlleva riesgos dermatológicos, respiratorios y hormonales, especialmente si se repite con frecuencia o se usan productos no certificados.
Las autoridades sanitarias recomiendan aplazar el uso de cosméticos hasta que el niño tenga mayor madurez biológica y pueda comprender los cuidados básicos relacionados con estos productos. Mientras tanto, la vigilancia de los adultos es clave para garantizar una infancia saludable y segura.