Trump presentó el Proyecto Homecoming como una estrategia para facilitar la salida de inmigrantes indocumentados.
El programa incluye pagos únicos de 1.000 dólares y cubre los costos de vuelos para quienes registren su salida a través de la aplicación CBP Home.

La Casa Blanca asegura que estas medidas alivian los 150 mil millones de dólares gastados en 2023 en sanidad, vivienda y educación para inmigrantes.
El Ejecutivo también ofrece un servicio de conserjería que ayuda a los inmigrantes a llegar a aeropuertos, reservar vuelos y reclamar el bono, incluso sin documentos de viaje válidos.
Este servicio permite reubicarse en países que acepten su entrada. La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, describió la iniciativa como una “oportunidad histórica” para regresar a sus países de origen.
La aplicación CBP Home, lanzada en marzo de 2025, es clave en este proceso. Los inmigrantes deben notificar su salida voluntaria a través de esta plataforma, que reemplazó a CBP One, usada anteriormente para solicitudes de asilo.
Sanciones para inmigrantes que se queden
Trump advirtió que los inmigrantes que no participen enfrentarán consecuencias severas. Estas incluyen expulsión, enjuiciamiento, encarcelamiento, multas, embargo de salarios y confiscación de bienes, como vehículos y viviendas. El presidente enfatizó que las sanciones buscan disuadir la permanencia ilegal en el país.
Para implementar el programa, Trump planea contratar 20.000 agentes estatales, locales y federales en un plazo de 60 días.

Estos agentes realizarán una campaña intensiva para deportar a quienes no abandonen el país voluntariamente. La medida refuerza la política migratoria de tolerancia cero del mandatario.
El Proyecto Homecoming se alinea con la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorga al presidente autoridad para regular la migración. Trump justificó la iniciativa como una obligación legal para proteger a los ciudadanos estadounidenses.