Dos hombres armados, con chalecos reflectivos, parecidos a los que usaba anteriormente la Policía de criminalística, asaltaron una gasolinera. Los ladrones se sustrajeron 38 mil dólares que esperaban ser recogidos por un vehículo blindado. En el robo participó un tercer cómplice que esperaba en una motocicleta. La Policía investiga, pero los delincuentes permanecen prófugos.
A plena luz del día, la ciudad de Manta fue escenario de un violento robo que dejó en evidencia la audacia del crimen organizado. Alrededor de las 08:30 de la mañana del lunes de la semana pasada, dos hombres armados irrumpieron en una gasolinera ubicada en la avenida 113. Según el reporte policial, los asaltantes, usaban chalecos reflectivos para pasar desapercibidos. Ellos aprovecharon la llegada de un vehículo blindado encargado de recolectar las ganancias diarias para perpetrar el robo.
Con armas de fuego en mano, los delincuentes intimidaron a los empleados, logrando someterlos en cuestión de minutos. En un movimiento calculado, se apoderaron de 38 mil dólares en efectivo, producto de las ventas del fin de semana en la gasolinera. Las cámaras de seguridad captaron cómo un tercer sujeto, vestido con ropa azul y a bordo de una motocicleta negra, esperaba fuera del establecimiento para facilitar la huida. Los tres antisociales escaparon rápidamente.
Investigación policial y reacción
La Policía acudió a la gasolinera tras recibir una alerta ciudadana, pero los responsables ya habían desaparecido. Las imágenes de las cámaras de vigilancia, analizadas por los agentes, confirmaron la presencia del cómplice en la motocicleta, lo que sugiere un plan coordinado. Hasta el cierre de esta nota, no se han reportado detenciones, y la investigación sigue en curso para identificar a los perpetradores.
Las autoridades están revisando grabaciones de cámaras de seguridad de la gasolinera. También en un radio de 2 km alrededor de la gasolinera, buscando pistas sobre la ruta de escape de los delincuentes.
El uso de chalecos reflectivos y motocicletas en este robo refleja un patrón común en los asaltos en Manta. Los delincuentes aprovechan la movilidad de las motos para evadir controles y la vestimenta para mezclarse con trabajadores comunes, como repartidores o guardias. El robo en esta gasolinera sería uno de los montos más altos robados en establecimientos de este tipo. Esto porque es común que las víctimas sean los despachadores de las gasolineras.