Tres individuos —dos hombres y una mujer— resultaron heridos de bala en dos ataques armados perpetrados casi simultáneamente la noche del 18 de septiembre de 2025, en el barrio Jocay de la parroquia Tarqui en Manta y en la parroquia Leonidas Proaño del cantón Montecristi. Las autoridades investigan posibles vínculos con disputas criminales, sin reportar fallecidos hasta el momento.
La secuencia de violencia irrumpió en la tranquilidad nocturna de Manabí. El primer atentado se materializó en la intersección de la calle J-10 y calle Primero de Enero, en el barrio Jocay, un sector residencial densamente poblado de la parroquia Tarqui en Manta. Allí, sujetos no identificados abrieron fuego contra dos víctimas. Un hombre dedicado a la barbería, presunto objetivo principal del ataque, y una mujer considerada víctima colateral que resultaron heridos.
Traslado de los heridos
Los heridos, cuyas identidades se mantienen en reserva por protocolos de privacidad, fueron evacuados en una camioneta particular. Los trasladaron hasta el hospital Rafael Rodríguez Zambrano, donde recibieron atención inmediata por heridas de bala en extremidades y torso. La escena del crimen, acordonada por agentes de la Policía Nacional, reveló casquillos de calibre 9 milímetros esparcidos en la vía pública. Estos indicios preliminares fueron recolectados por el equipo de Criminalística.
Vecinos del barrio Jocay, un área de flujo constante de peatones, describieron el estruendo de las detonaciones como un “estallido repentino que paralizó la noche”. La mujer herida, de edad no divulgada, presentó lesiones que no comprometen su vida, mientras que el barbero quedó hospitalizado.
En La Proaño
En paralelo, a escasos kilómetros de distancia, el segundo incidente se desencadenó en la parroquia Leonidas Proaño, un enclave rural-urbano del cantón Montecristi. Un hombre, también de identidad protegida, fue baleado por atacantes que huyeron en un vehículo sin placa visible. La víctima, alcanzada por múltiples proyectiles quedó herido, la transportaron en un automotor particular a un centro médico local para ser atendido.
Este suceso, reportado minutos después del primero, eleva la sospecha de coordinación entre los perpetradores. Aunque la Policía enfatiza que las indagaciones están en fase inicial.
Respuesta Policial y Procedimientos Iniciales
La Policía Nacional desplegó unidades especializadas de la Zona 4 en ambas locaciones con celeridad. Se iniciaron protocolos estandarizados para preservar la cadena de custodia de evidencias. En Jocay, el levantamiento de alrededor de 12 indicios balísticos permitió conocer la trayectoria de los disparos. Agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) peinaron el perímetro en busca de testigos oculares, aunque el temor a represalias limitó las declaraciones voluntarias sobre el atentado que dejó dos heridos.
En Leonidas Proaño, el escenario presentó un patrón similar: casquillos del mismo calibre y huellas de neumáticos que sugieren una fuga hacia vías secundarias. Un comunicado oficial de la Policía Nacional, emitido en la madrugada del 19 de septiembre de 2025, confirmó que no se registraron detenciones inmediatas, pero se activaron cámaras de videovigilancia del Sistema Integrado de Seguridad (SIS) para rastrear los vehículos involucrados.
Bajo custodia
Los heridos permanecen bajo custodia médica y policial, con acceso restringido para salvaguardar su integridad. En el hospital Rafael Rodríguez Zambrano se activó el código plata y con ello se restringe el ingreso de personas y se mejoran los controles.
Estos atentados se inscriben en un contexto de escalada criminal que azota la provincia de Manabí desde inicios de 2025. Provincia donde disputas entre bandas como Los Choneros y Los Lobos por el control de rutas narcotraficantes han multiplicado los incidentes armados. Datos del Ministerio del Interior indican que, hasta el 18 de septiembre de 2025, el distrito Manta-Montecristi-Jaramijó acumula 368 muertes violentas, un incremento del 15% respecto al mismo período de 2024.
Atentados en el Jocay y Las Proaño
El barrio Jocay, epicentro del primer suceso, ha sido escenario de al menos cinco atentados similares en lo que va del año, incluyendo el asesinato de un joven de 24 años el 16 de septiembre de 2025 en una vivienda cercana. En Montecristi, la parroquia Leonidas Proaño registra 12 homicidios vinculados a balaceras en 2025, como la masacre de junio donde un dueño de licorería perdió la vida en el Día del Padre. Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, el 70% de estos eventos involucra armas de fuego de alto calibre, con un patrón de simultaneidad que apunta a mensajes de intimidación territorial.
Incidentes paralelos, como la masacre en una cancha de voleibol de Leonidas Proaño el 17 de julio de 2025 —que dejó seis fallecidos, incluido un menor—, ilustran la recurrencia de ataques en espacios comunitarios.(27)