La industria láctea ecuatoriana genera alrededor de USD 1.400 millones anuales, pero enfrenta el reto de trasladar esa rentabilidad a los productores. En Manabí, provincia con fuerte tradición ganadera, la apuesta está en industrializar la leche para capturar mayor valor agregado y garantizar ingresos justos a las familias rurales.
Los datos muestran que el sector lechero es una de las ramas más importantes del agro ecuatoriano, aunque con marcadas brechas de productividad. Mientras empresas grandes concentran el mercado, más del 80 % de productores siguen siendo pequeños y con baja tecnificación, lo que limita su competitividad.
Un mercado millonario, pero desigual
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y estudios académicos, la producción nacional alcanza los 3,525 millones de litros diarios. De esa cifra, el 73 % proviene de la Sierra, el 19 % de la Costa y el 8 % de la Amazonía, con provincias como Manabí, Pichincha, Azuay y Chimborazo como principales aportantes.
El sector genera alrededor de USD 1.400 millones al año en ventas formales, con un precio base al productor de 42 centavos de dólar por litro. Sin embargo, especialistas en economía agropecuaria señalan que esa cifra aún no refleja una distribución equitativa de ingresos en toda la cadena.
Radiografía del sector lácteo en cifras
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Superficie agrícola destinada a ganadería: 40 % del total nacional.
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Productores vinculados: más de 900.000.
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Productores familiares: 80 % del total.
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Productores tecnificados: apenas 4 %.
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Producción diaria de leche: 3,525 millones de litros.
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Aporte de la Costa: 19 % del total.
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Ingresos anuales del sector formal: USD 1.400 millones.
El peso de la industria
La revista Gestión detalla que en 2024 Vita Alimentos controlaba el 29,4 % del mercado, generando más de 300 empleos directos y 3.000 indirectos. Esta concentración refleja la fuerza de la industria, pero también la dependencia de los pequeños ganaderos de las grandes empresas procesadoras.
En contraste, provincias como Manabí buscan fortalecer cadenas locales de valor. El reto es industrializar parte de la producción, transformando la leche en quesos, yogurt, mantequilla y derivados especializados que puedan competir en mercados nacionales e internacionales.
Manabí, entre tradición y oportunidad
En Ecuador, la provincia manabita aporta 35.000 litros diarios de producción. Sin embargo, la mayor parte proviene de sistemas extensivos, con baja tecnificación y pasturas envejecidas. Autoridades y gremios plantean la necesidad de introducir créditos blandos, mejoramiento genético y capacitación técnica para elevar la productividad.
Además, Manabí tiene un desafío doble: garantizar precios justos al productor y a la vez dar el salto hacia un modelo con mayor valor agregado, que permita mejorar los ingresos de las familias rurales y consolidar un tejido industrial lácteo propio.
El sector lácteo en Ecuador no solo representa miles de millones de dólares y empleos directos, también es una fuente de desarrollo territorial. En Manabí, la modernización de la ganadería y la industrialización de la leche aparecen como la gran oportunidad para cerrar brechas y transformar una actividad tradicional en una industria rentable, competitiva y sostenible.