En Santa Ana, provincia de Manabí, tras más de siete años de espera, la planta de tratamiento de aguas servidas ubicada en la parroquia Ayacucho podría entrar en operación. Así lo anunció el alcalde Gregorio Macías, tras llegar a un acuerdo con la empresa Yacupro, encargada de su implementación.

El Diario ha venido dando seguimiento desde 2018 al estado de la planta de tratamiento de aguas residuales ubicada en la comunidad Estero Seco. A través de múltiples reportajes, el medio ha expuesto los problemas técnicos, ambientales y administrativos que han impedido que la obra entre en funcionamiento. Ahora, las autoridades locales aseguran que la situación está por cambiar.

En dos meses debe estar funcionando la planta de aguas residuales

El alcalde Gregorio Macías informó que el Municipio de Santa Ana llegó a un acuerdo con la empresa quiteña Yacupro, contratada originalmente para ejecutar la obra. El compromiso consiste en que la empresa deje la planta completamente operativa en un plazo de dos meses y, una vez validado su funcionamiento, se procederá al pago de la última planilla pendiente, que asciende a 40.000 dólares.

“Nos hemos reunido y se ha definido que la empresa debe cumplir con entregar la planta funcionando. Solo entonces se cancelará el valor restante”, expresó Macías en declaraciones recogidas por El Diario.

Siete años de espera, errores técnicos y daños ambientales

En marzo de este año, Macías ya había anticipado que la planta fue instalada sin realizar previamente un estudio de suelos, y además fue colocada cerca del río, lo que ha generado cuestionamientos por parte de la ciudadanía y organismos de control.

Durante este tiempo, la cabecera parroquial de Ayacucho ha enfrentado las consecuencias directas del mal manejo de las aguas residuales. Estas son algunas cifras y datos relevantes:

• Año de contratación: 2018

• Costo inicial de la obra: 268.520 dólares

• Ubicación de los equipos: Comunidad Estero Seco

• Monto de planilla pendiente: 40.000 dólares

• Tiempo estimado para puesta en marcha: 2 meses

Aguas servidas contaminan el río Grande

La falta de operación de la planta ha provocado que las aguas servidas sean vertidas directamente en el río Grande (Portoviejo), lo que representa un grave riesgo ambiental y sanitario para las comunidades cercanas.

La comunidad Estero Seco, donde se ubican los equipos, fue además uno de los sectores más afectados por las inundaciones ocurridas en Ayacucho durante el presente año. La instalación sin un estudio técnico previo y la ubicación en una zona vulnerable han sido motivo de crítica constante.

Santa Ana resuelve su deuda con Ayacucho

Con este nuevo acuerdo, el municipio prevé que la planta esté tratando aguas residuales para julio de 2025, si la empresa cumple con los ajustes técnicos en el plazo establecido. La población de Ayacucho, que ha reclamado durante años por una solución, ve con cautela este anuncio.

Si el convenio se cumple, Santa Ana podría resolver una deuda histórica con Ayacucho. El funcionamiento de la planta no solo significará un avance en infraestructura, sino también un alivio ambiental para la región.