Ramiro Molina Cedeño, escritor, historiador y cronista, lidera desde 2011 el proyecto “Cita con la Memoria” en Portoviejo. Esta es una iniciativa que reúne a ciudadanos para reconstruir la historia de la ciudad mediante el análisis colaborativo de fotografías del siglo XX. Ahora, como candidato a presidir la Casa de la Cultura de Manabí, Molina propone expandir este modelo de memoria compartida a toda la provincia.
El proyecto nació como una forma de preservar la memoria colectiva, pero se ha convertido en un proceso de investigación histórica vivo. Según Molina, el éxito radica en que no existe jerarquía interna, y cada participante se convierte en “gestor de memoria”. Las sesiones han sobrevivido a eventos como el terremoto de 2016 y la pandemia de COVID-19, adaptándose a nuevas modalidades como Zoom o espacios alternativos como la Catedral de Portoviejo.
A partir de esta experiencia, el cronista ha promovido la creación de versiones locales del proyecto en cantones como Bolívar, Montecristi y Manta, que ahora gestionan su propia “Cita con la Memoria”, con autonomía pero bajo los principios del modelo original.
Propuesta para la descentralización cultural
Como candidato a presidir la Casa de la Cultura Núcleo Manabí, Molina plantea replicar esa estructura descentralizada y participativa en los 22 cantones de la provincia. Critica el centralismo que concentra las actividades culturales y propone una estrategia en la que cada núcleo cantonal se autogestione con base en su propia realidad sociocultural.
“La descentralización no puede ser solo un discurso”, afirma. “Tiene que nacer de los propios actores culturales de cada territorio”. En ese sentido, señala que la planificación y articulación entre los núcleos cantonales es fundamental para fortalecer la identidad y diversidad cultural de Manabí.
Además, señala la importancia de contar con estudios técnicos y propuestas sólidas que permitan gestionar recursos ante instituciones nacionales e internacionales. “Con conocimiento y planificación se puede hacer mucho, incluso sin grandes presupuestos”, afirma Molina.
Ramiro Molina y la reestructuración institucional
La reciente fusión del Ministerio de Cultura con el Ministerio de Educación ha generado preocupación en el sector. Aunque Molina reconoce el impacto negativo, también ve una oportunidad: convertir a la Casa de la Cultura en el eje articulador de la política cultural pública en Manabí.
Plantea que esta institución puede liderar iniciativas regionales con enfoque territorial, coordinando con municipios, colectivos artísticos y actores locales. “La Casa de la Cultura es donde se expresa el pensamiento, el arte, la música. Debe fortalecerse y convertirse en la base del desarrollo cultural de la provincia”, sostiene.
Este enfoque, señala, ha sido respaldado por su trayectoria: además de “Cita con la Memoria”, Molina participó en el proyecto CEIBO, un esfuerzo interinstitucional para el rescate patrimonial y la identidad cultural manabita.
Con más de 40 años de trabajo cultural, Molina dice que busca que su experiencia académica y comunitaria se traduzca en una política pública eficaz. “Si logramos integrar a los cantones en un proyecto común, basado en sus propias fortalezas, Manabí puede convertirse en un referente nacional en cultura”, concluye.