Ali Eastburn, una madre de 58 años oriunda de Nashville, fue hospitalizada de emergencia tras sufrir una perforación del apéndice, luego de incrementar sin control médico la dosis de Ozempic, un medicamento aprobado para tratar la diabetes tipo 2, pero usado popularmente para bajar de peso. El incidente ocurrió mientras se dirigía a la boda de su hijo en California, en julio de 2025.
Un tratamiento sin supervisión y sus consecuencias
Ali, quien había aumentado de peso tras la menopausia, comenzó a usar Ozempic (semaglutida) con prescripción médica, motivada por el deseo de verse mejor para la boda de su hijo. Inicialmente, el medicamento le ayudó a perder 15 libras, y según declaró al medio Daily Mail, se sintió entusiasmada por los resultados:
“Al principio parecía un milagro. Estaba perdiendo peso”, afirmó.
Sin embargo, al no lograr bajar las últimas libras para alcanzar su objetivo de 20, decidió aumentar por cuenta propia la dosis del medicamento, una decisión que cambió su vida.
Efectos adversos tras la automedicación de Ozempic
La primera semana tras el incremento de dosis, Ali experimentó náuseas incontrolables, diarrea violenta, acidez severa y falta total de apetito. Aunque ya había comprado su vestido para la boda, su estado de salud se deterioró hasta requerir atención médica urgente.
A mediados de julio, durante su vuelo a California para la boda, se sintió tan mal que al aterrizar tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital, donde fue diagnosticada con apéndice reventado. Permaneció cuatro días hospitalizada, perdiéndose la cena de ensayo previa a la boda.
Advertencias previas de la FDA sobre Ozempic
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya había emitido advertencias en 2024 sobre el uso indebido de semaglutida, señalando que dosis superiores a las recomendadas pueden provocar problemas gastrointestinales graves, entre ellos:
- Náuseas y vómitos intensos
- Pancreatitis aguda
- Dolor abdominal severo
- Cálculos biliares
- Perforación intestinal o apendicular, como en el caso de Ali
Además, la FDA recordó que Ozempic no está formalmente aprobado para bajar de peso, aunque ha sido recetado off-label y utilizado ampliamente con ese propósito en los últimos años, convirtiéndose en una tendencia popular.
Un momento difícil en medio de una celebración
Pese al pronóstico, Ali logró asistir a la boda, aunque en condiciones delicadas. “Lloré porque sentía que era mi culpa”, dijo con respecto al episodio. Su hijo también rompió en llanto al verla llegar al evento:
“No pensamos que yo iba a estar en la boda y menos vivir para contarlo”, expresó emocionada.
A pesar del dolor físico, pudo sentarse en primera fila y bailar con su hijo durante la ceremonia, aunque reconoció que fue uno de los momentos más duros de su vida.
Lección aprendida
Ali asegura que nunca más usará medicamentos para adelgazar sin control profesional. “Ser delgada no vale perder tu vida”, concluyó, tras su experiencia.
Su caso se suma a otros reportes recientes que exponen los riesgos del uso indebido de medicamentos para bajar de peso, especialmente en personas que no presentan condiciones médicas asociadas, como la diabetes tipo 2.
Recomendaciones profesionales
Especialistas en endocrinología y nutrición insisten en que ningún medicamento debe usarse sin prescripción médica, y advierten que la presión estética o los eventos familiares no justifican poner en riesgo la salud.
También señalan que los efectos secundarios de medicamentos como Ozempic deben monitorearse constantemente, y que el control de peso debe abordarse con acompañamiento nutricional y médico integral.
El caso de Ali Eastburn pone de manifiesto los peligros del uso irresponsable de medicamentos con fines estéticos. Aunque las terapias farmacológicas pueden ser herramientas útiles bajo indicación profesional, la automedicación y el aumento de dosis sin supervisión pueden derivar en consecuencias graves, incluso mortales.