Las fuertes lluvias generan problemas en las familias de la comunidad El Mate.
La comunidad El Mate, en la parroquia Calderón, amaneció bajo el agua, el lodo y las palizadas. El rugir del agua se convirtió en una pesadilla para los habitantes del sector, el más golpeado por el desbordamiento del estero Bijahual.
La furia del caudal del estero Bijahual, desatada la noche del lunes tras intensas lluvias en sectores aledaños, dejó a su paso una estampa de destrucción y angustia. Las viviendas, que hasta el lunes eran refugio y hogar, hoy están sumergidas en agua, lodo y una espesa capa de palizada.
Las pertenencias flotan o se hunden en la comunidad El Mate
Los afectados en la comunidad El Mate miran con impotencia cómo sus pertenencias flotan o se hunden en el fango, mientras intentan rescatar lo poco que quedó en pie. La magnitud del desastre aún no puede ser cuantificada, pero las pérdidas económicas son enormes.
El centro de la parroquia Calderón también sufrió los estragos del desbordamiento. Durante la noche del lunes, la vía principal se convirtió en un río, dificultando el tránsito y poniendo en riesgo a los habitantes. Sin embargo, al amanecer de este martes, el agua ya había cedido, dejando tras de sí solo el lodo acumulado.
Las fuertes lluvias generan problemas en las familias de la comunidad El Mate.
La comunidad El Mate, en la parroquia Calderón, amaneció bajo el agua, el lodo y las palizadas. El rugir del agua se convirtió en una pesadilla para los habitantes del sector, el más golpeado por el desbordamiento del estero Bijahual.
La furia del caudal del estero Bijahual, desatada la noche del lunes tras intensas lluvias en sectores aledaños, dejó a su paso una estampa de destrucción y angustia. Las viviendas, que hasta el lunes eran refugio y hogar, hoy están sumergidas en agua, lodo y una espesa capa de palizada.
Las pertenencias flotan o se hunden en la comunidad El Mate
Los afectados en la comunidad El Mate miran con impotencia cómo sus pertenencias flotan o se hunden en el fango, mientras intentan rescatar lo poco que quedó en pie. La magnitud del desastre aún no puede ser cuantificada, pero las pérdidas económicas son enormes.
El centro de la parroquia Calderón también sufrió los estragos del desbordamiento. Durante la noche del lunes, la vía principal se convirtió en un río, dificultando el tránsito y poniendo en riesgo a los habitantes. Sin embargo, al amanecer de este martes, el agua ya había cedido, dejando tras de sí solo el lodo acumulado.
El desastre no se limita a Calderón. La parroquia Riochico también sufrió daños graves, con más de 100 familias afectadas por las inundaciones. La quebrada de El Zapallo se desbordó, alcanzando áreas como El Rodeo, donde muchas viviendas quedaron bajo el agua. El cementerio de la localidad también fue inundado, lo que aumentó la angustia de los residentes. Las autoridades locales están trabajando incansablemente para atender la emergencia, proporcionando insumos y atención a las víctimas.