Luego de varios procesos académicos de observación electoral, la Uleam asumió el reto de diseñar una herramienta conceptual y metodológica que permite medir y evaluar la calidad de los procesos electorales, basándose en la observación el día de las elecciones, desde la instalación de las Juntas Receptoras del Voto (JRV) hasta el proceso de escrutinios.
La importancia de contar con un índice que nace desde la academia es justamente la independencia de la academia con las organizaciones políticas y con el Consejo Electoral. Además, este sería el primero de esta naturaleza en Sudamérica y probablemente del mundo, diferenciándose de índices como el de la Universidad de Harvard, que se basa en opiniones de expertos sin que las opiniones de los expertos hayan sido contrastadas con la realidad, generando sesgos, y del índice de la organización Transparencia Electoral, que permite realizar comparaciones de la evolución normativa electoral entre países. Sin embargo, en sus publicaciones no transparenta su metodología.
El Índice de Transparencia e Integridad Electoral de la Uleam (ITIE) consta de una fase que aborda la transparencia y legalidad del acoplamiento inicial de las JRV, asegurando que quienes reciben los votos están debidamente acreditados y cuentan con el material necesario. Seguida de la fase de observación de los recintos electorales, que se enfoca en garantizar un ambiente de votación libre y equitativo, sin interferencias indebidas como propaganda política, y asegurando las condiciones para el voto secreto y la accesibilidad.
La tercera fase evalúa la calidad del desarrollo del día de votación, observando la ausencia de intimidación, proselitismo o presión por parte de los actores involucrados en el proceso o ajenos al mismo, y el respeto a los horarios establecidos. La cuarta responde al proceso de escrutinio y mide la correcta contabilización de los votos y el manejo adecuado del material electoral sensible. Finaliza con el conteo rápido de votos a partir de un modelo matemático y actúa como un mecanismo externo de verificación de la integridad del resultado del voto, comparando los datos recogidos en una muestra con los resultados oficiales para evaluar su consistencia.
Entre las recomendaciones del ITIE para el CNE constan la necesidad de mejorar la capacitación de los miembros de las JRV, debiendo enfocarse en los procedimientos electorales, el manejo de materiales, la resolución de problemas comunes y la importancia de la imparcialidad. Considerar incentivos o mecanismos para asegurar la asistencia y el compromiso de los designados.
También señala la importancia de un mayor compromiso de las organizaciones políticas con la transparencia e integridad electoral. El informe completo pueden leerlo en la web institucional de la Uleam.