Amigo lector, ¿sabía usted por qué se recuerda el 1 de mayo como el Día del Trabajador?
Esta fecha encierra el deseo de que los jóvenes y la ciudadanía en general conozcan, lo más detalladamente posible, las grandes luchas que ha librado el movimiento obrero mundial, así como las conquistas o reivindicaciones que, de una u otra forma, los obreros de esta época seguimos disfrutando.
Las históricas gestas para alcanzar la jornada laboral de ocho horas se sellaron con la masacre del 1 de mayo de 1886, origen de la recordación y movilización mundial de los trabajadores. En la ciudad de Chicago (EE. UU.), la huelga iniciada ese día continuó durante las jornadas siguientes. La historia registra que aproximadamente 40.000 huelguistas se vieron afectados por el lockout patronal, despidos masivos y la contratación de rompehuelgas. La gran fábrica de máquinas agrícolas Cyrus McCormick despidió a 1.200 obreros.
El 3 de mayo, 7.000 huelguistas se concentraron en las instalaciones de la fábrica para escuchar a August Spies, dirigente anarcosindicalista, conocido por su elocuencia. La asamblea eligió una delegación encabezada por él para dialogar con los dueños de la empresa. En medio de deliberaciones y promesas, provocadores al servicio de los patrones aprovecharon el desorden. La policía descargó sus armas sobre la multitud, dejando seis muertos y cincuenta heridos.
Las primeras jornadas del 1 de mayo de 1886 se convirtieron en un símbolo de lucha obrera, y con los años, en el Día Internacional de los Trabajadores, una demostración viva del espíritu emancipador de la clase obrera. En Ecuador, recordamos también que en 1938 se estableció el Código del Trabajo, una conquista fundamental.
La Internacional está más viva que nunca. Prueba de ello son los logros alcanzados, resultado de la lucha por un trato humano y equitativo, tras largos períodos de explotación laboral. La historia también recoge las opresiones ejercidas por los grandes monopolios de la época y la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
El trabajador es un factor esencial de la producción, y por eso debe estar protegido por las leyes y por quienes tienen el deber de hacerlas cumplir. Nuestra Constitución establece que los derechos del trabajador son irrenunciables e intangibles. Será nula toda estipulación en contrario, como lo determina el artículo 326, numeral 2, de la Constitución de la República.
Al conmemorarse 139 años del 1 de mayo, hago votos para que los gobernantes elaboren políticas laborales que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores, de acuerdo con las realidades existentes.