El Instituto de Salud Global (ISGlobal) informó que entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, en verano de 2024 se registraron 62.775 muertes vinculadas al calor extremo en Europa, cifra superior a la del 2023 y vinculada a récords históricos de temperatura.
Mortalidad elevada en países mediterráneos
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, analizó datos de 654 regiones en 32 países. Italia reportó el mayor número de muertes asociadas al calor con 19.000 casos, seguida por España con más de 6.700. Por otro lado, Alemania con cerca de 6.300, Grecia contabilizó alrededor de 6.000 y Rumanía más de 4.900.
En el caso español, los fallecimientos por calor fueron la mitad respecto a 2022, debido a que las temperaturas resultaron menos extremas que en los dos veranos previos.
Los países con mayor tasa de muertes por millón de habitantes fueron Grecia (574), Bulgaria (530) y Serbia (379). Quince de los países estudiados registraron su mayor carga de mortalidad durante 2024.
Diferencias por edad y género
El informe señala que la mortalidad por calor fue más elevada en mujeres y en personas de más de 75 años. En 2024, las muertes femeninas superaron en 46,7% a las masculinas, mientras que en los mayores de 75 años el incremento alcanzó un 323% frente al resto de grupos de edad.
En los tres veranos evaluados (2022, 2023 y 2024) se mantuvo esta tendencia, lo que refleja la vulnerabilidad de estos segmentos de la población ante fenómenos climáticos extremos.
El Mediterráneo, epicentro del calor extremo
El investigador de ISGlobal, Tomás Janos, explicó que Europa se está calentando al doble de velocidad que la media global. La cuenca mediterránea y el sudeste del continente aparecen como puntos críticos del cambio climático, con impactos sanitarios crecientes.
Por su parte, el investigador principal del proyecto Early-Adapt, Joan Ballester, advirtió que la magnitud de estas cifras confirma la necesidad de fortalecer las estrategias de adaptación frente al calentamiento global. Ya que las proyecciones apuntan a un incremento sostenido de la mortalidad relacionada con el calor durante el siglo XXI.