La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eliminó varios programas de becas federales dirigidos a universidades con alta matrícula de estudiantes de minorías sociales, en especial de origen latino.
El gobierno de Donald Trump sostuvo que estas ayudas representan una forma de “discriminación ilegal” por estar basadas en criterios raciales o étnicos.
Este anuncio desató críticas en líderes latinos y congresistas demócratas. El Departamento de Educación confirmó que retuvieron $350 millones de dólares, de los cuales más de $250 millones estaban destinados al programa para Instituciones al Servicio de los Hispanos (HSI).
Este programa creado en 1998 buscaba cerrar brechas educativas entre estudiantes hispanos y blancos. “La diversidad no es simplemente la presencia de un color de piel”, señaló la secretaria de Educación, Linda McMahon, bajo el mandato de Donald Trump.
“Estereotipar a una persona por características inmutables disminuye la imagen completa de su vida y contribuciones”, añadió. El Departamento de Justicia respaldó la medida del gobierno de Donald Trump, negándose a defender la legalidad de estos apoyos frente a demandas.
Donald Trump: universidades de Tennessee y disputa legal
Según el nuevo enfoque legal, vincular fondos federales al porcentaje de estudiantes de determinada etnia es inconstitucional. Tennessee alegó que todas sus universidades atienden a latinos, pero ninguna cumple el umbral del 25%.
La Asociación Nacional de Instituciones al Servicio de los Hispanos defendió la constitucionalidad de los programas HSI. Argumentó que equilibran recursos en instituciones con menos financiamiento histórico, frente a universidades con mayor tradición y presupuesto en el país.
Redirección de recursos y más recortes
McMahon informó que buscará trabajar con el Congreso para redirigir los $350 millones a instituciones que atienden a estudiantes “poco preparados o con escasos recursos”.
Además del programa HSI, el gobierno de Donald Trump eliminó $22 millones destinados a universidades con mayoría de afroamericanos y recortó fondos de programas para comunidades asiáticas, isleñas y nativoamericanas.
Biden impulsó lo contrario en su mandato
En contraste, el expresidente Joe Biden había emitido una orden ejecutiva para fortalecer las universidades hispanas, creando una junta asesora presidencial y ampliando su financiamiento.
Esa medida quedó revocada por Trump en su primer día tras regresar a la Casa Blanca. El cambio representó un giro radical frente a políticas bipartidistas de apoyo a educación superior.
Impacto en instituciones y reacciones políticas
Actualmente, más de 500 universidades en Estados Unidos están clasificadas como HSI, incluyendo la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Arizona. También participan numerosos colegios comunitarios con mayoría de estudiantes latinos.
La senadora demócrata Patty Murray criticó duramente al presidente Donald Trump: “Está anteponiendo la política a los estudiantes que solo quieren progresar”, declaró. Reclamó que el Congreso debe asegurar transparencia en el gasto público.
Subvenciones obligatorias aún en revisión
El Departamento de Educación anunció que liberará $132 millones en subvenciones obligatorias, aunque continúa evaluando la legalidad de estos mecanismos de financiamiento. El tema mantiene en alerta a rectores, estudiantes y legisladores.
Las organizaciones educativas temen que la eliminación definitiva de apoyos como el programa HSI debilite décadas de avances en la inclusión de latinos dentro de las universidades estadounidenses.