El puerto de Manta enfrenta una crisis tras la decisión del gobierno de eliminar el subsidio al diésel. La Asociación de Producción Pesquera y Armadores de Manta y Barcos Nodrizas ha alzado su voz en rechazo a esta medida, que amenaza con paralizar la actividad pesquera que pone en riesgo al menos 25 mil fuentes de empleo directas e indirectas.
La decisión, que según el sector responde a imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para cumplir con préstamos estatales, ha generado incertidumbre y malestar entre armadores, capitanes, cargadores y comerciantes.
Eliminación del subsidio encarece el avituallamiento
George Pinto, presidente de la Asociación, explicó que la flota nodriza de Manta, compuesta por pesquerías intermedias, es un motor económico que sostiene a miles de familias. Actualmente, el avituallamiento de un barco nodriza cuesta entre 30 y 35 mil dólares, de los cuales entre el 30 y el 45% se destina al combustible. Con la eliminación del subsidio, este costo aumentaría entre 8 y 9 mil dólares por viaje, haciendo inviable la actividad pesquera. “Ya no será negocio salir a pescar”, lamentó Pinto, advirtiendo que muchas embarcaciones podrían quedar fondeadas, como ya ocurre con varias desde hace dos años debido a dificultades económicas.
Cuestionan falta de estudio previo a la medida anunciada
Jorge Chiriboga, asesor jurídico de la Asociación Asoman, cuestionó la falta de un estudio sobre el impacto social y económico de esta medida. “Nadie sabe a dónde irán los 1.100 millones de dólares que el presidente dice que se gastan en subsidios. ¿Quién los manejará? ¿Cómo se distribuirán?”, se preguntó. Chiriboga señaló que el gobierno no ha ofrecido compensaciones al sector pesquero y sugirió que la medida responde a presiones del FMI. Actualmente, una embarcación gasta entre 40 y 45 mil dólares por una faena de 25 días, y el aumento del costo del combustible podría disparar los precios de la albacora y el picudo, de 3,50 y 6 dólares por libra a entre 6 y 8 dólares, respectivamente, afectando tanto a pescadores como a consumidores.
Sector paralizará sus operaciones
Washington Flores, presidente de la Asociación de Capitanes de Manta, expresó su preocupación por el impacto en embarcaciones que ya enfrentan dificultades económicas. Con el anuncio de que el diésel 2 será reemplazado por un diésel premium a precios internacionales, cercanos a los 4 dólares por galón, los pescadores consideran parar operaciones. “Pescar ya no sería negocio”, afirmó Flores, destacando que el sector está dispuesto a radicalizar medidas para hacerse escuchar, aunque estas serán socializadas previamente.
Juan Daniel Mina, representante de los cargadores, comerciantes y chaluperos, subrayó que más de mil personas que prestan servicios de avituallamiento también se verán afectadas. “Quedaremos en paro, sin trabajo. El presidente debió socializar esta medida, que impacta a entre 25 y 30 mil familias en Manta”, señaló. La pesca no solo es una actividad económica, sino un pilar social que sostiene la identidad y el sustento de la ciudad.
Sector pesquero de Manta plantea propuestas
Ante esta situación, el sector pesquero ha presentado varias propuestas al gobierno. Entre ellas, destacan la aplicación del artículo 35, numeral 13 de la Ley Orgánica para el Fomento Productivo, que permite gravar con tarifa cero de IVA insumos, repuestos y combustibles, lo que mitigaría el impacto económico. También solicitan líneas de crédito para modernizar y operar la flota, evitando la dependencia de préstamos de plantas procesadoras que imponen precios bajos al dorado, por ejemplo. Además, piden revisar la clasificación de la flota nodriza para no perder competitividad en el mercado internacional.
Los pescadores de Manta hacen un llamado urgente a las autoridades para que reconsideren la eliminación del subsidio y mantengan el diésel 2. Aseguran que esperarán una semana y si no hay soluciones se sumarán a una paralización total.