El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que convocará a los candidatos presidenciales Rodrigo Paz y Jorge “Tuto” Quiroga, quienes competirán en la segunda vuelta del 19 de octubre, a reuniones oficiales en La Paz. El objetivo es informar sobre la situación económica nacional, marcada por la crisis del combustible, y facilitar una transición democrática en la gestión del país.
Contexto de la convocatoria
Durante una comparecencia ante los medios, Luis Arce subrayó que su intención es garantizar que los aspirantes reciban de primera mano la información sobre la coyuntura financiera. “Queremos mostrarles la situación económica por la que estamos atravesando”, señaló el mandatario, en referencia a la escasez y el alza de precios del combustible que han provocado protestas y disturbios en varias regiones.
El presidente destacó que las reuniones se realizarán en un clima de apertura y transparencia, con la finalidad de que el próximo gobierno asuma plenamente los desafíos pendientes. “Cualquiera que sea la opción ganadora vaya viendo este problema”, afirmó, aunque admitió no haber escuchado todavía propuestas concretas de solución por parte de las dos candidaturas en disputa.
La crisis del combustible como eje central
La crisis energética, uno de los principales problemas que afronta Bolivia, ha derivado en un escenario de inestabilidad social. Largas filas en estaciones de servicio y un mercado negro de combustibles han generado tensiones en distintas ciudades. Organismos económicos advierten que la persistencia de este fenómeno podría afectar el crecimiento y presionar aún más la inflación.
En este contexto, la decisión de Luis Arce busca asegurar que los candidatos conozcan en detalle las dificultades financieras y presupuestarias, así como los compromisos internacionales relacionados con la importación de hidrocarburos. Según explicó, se trata de un proceso de transición ordenada, en el que el nuevo gobierno deberá diseñar políticas que garanticen el abastecimiento y la sostenibilidad del sector.
Resultados de la primera vuelta
En la primera ronda electoral, celebrada el 17 de agosto, el candidato Rodrigo Paz logró un sorpresivo 32,1% de los votos, superando las expectativas de los sondeos. Por su parte, el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga obtuvo 26,6%, asegurando su pase a la segunda vuelta.
Ambos resultados marcaron un cambio de ciclo político en Bolivia, donde la izquierda ha predominado en las últimas dos décadas. La contienda definirá el rumbo económico y social del país en los próximos años, en medio de un escenario de crisis interna y tensiones regionales.
Neutralidad del actual gobierno
Luis Arce, quien no se presentó a la reelección, recalcó que el Gobierno se mantendrá neutral en la campaña de segunda vuelta. “Nos vamos a abstener de votar”, declaró, aclarando que no se dará apoyo oficial a ningún candidato.
El mandatario subrayó que la decisión final recae en el pueblo boliviano y aseguró que, como militante de izquierda, no se siente representado por ninguna de las dos opciones que competirán en octubre. De esta forma, Arce busca mantener una posición institucional, centrada en garantizar la estabilidad hasta el traspaso de mando previsto para el 8 de noviembre.
Futuro personal de Arce
En cuanto a su futuro inmediato, Luis Arce descartó abandonar Bolivia tras dejar la Presidencia. “Aquí está mi familia, aquí están mis amigos, aquí está mi fuente de ingresos, que es la universidad”, afirmó.
El mandatario saliente adelantó que volverá a la docencia universitaria, retomando su carrera académica. Además, confirmó que en octubre viajará a Brasil para someterse a una revisión médica anual, tras el diagnóstico de cáncer de riñón en 2017. No obstante, subrayó que se trata de un procedimiento rutinario y que regresará al país para continuar con su vida personal y profesional.
Perspectivas políticas y económicas
Analistas señalan que las reuniones entre Arce y los candidatos podrían servir como un puente institucional para asegurar una transición pacífica y coordinada, especialmente en un contexto de crisis. El sector energético, la inflación y la deuda externa figuran entre los principales retos del próximo gobierno.
La segunda vuelta del 19 de octubre se perfila como un momento decisivo para el país. Más allá de la disputa electoral, la capacidad de los líderes políticos para articular consensos será determinante en la búsqueda de soluciones al endeudamiento público. Asimismo, con la escasez de combustibles que afectan a la población.