El Día Mundial de la Salud, conmemorado el 7 de abril de 2025, puso el foco en la prevención de enfermedades no transmisibles (ENT) como diabetes e hipertensión. Expertos como la Dra. Carolina Villarroel, de Adium Ecuador, lideran el llamado a la acción. Este evento global, impulsado por la OMS, busca reducir las 41 millones de muertes anuales por ENT. En Ecuador y Latinoamérica, el sedentarismo y malos hábitos son los principales detonantes.
El pasado 7 de abril, el Día Mundial de la Salud marcó un momento clave para reflexionar sobre las enfermedades no transmisibles (ENT), responsables de 41 millones de muertes al año a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si no se actúa, esta cifra podría subir a 52 millones para 2030, alertan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este contexto, la prevención se presenta como la herramienta más efectiva para frenar esta crisis.
En Ecuador, el panorama es preocupante. El Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) reporta que el 15% de las defunciones en el país se deben a enfermedades isquémicas del corazón, ligadas a sobrepeso, diabetes tipo 2, hipertensión y tabaquismo. El Ministerio de Salud Pública (MSP) añade que el 62,8% de la población tiene sobrepeso u obesidad, afectando más a mujeres (67,4%) que a hombres (59,7%). “La prevención empieza con decisiones personales”, señala la Dra. Carolina Villarroel, Directora Médica de Adium Ecuador.
Latinoamérica lidera en sedentarismo, según un estudio de la OMS en The Lancet. El 27,5% de los adultos mundiales –unos 1.400 millones– no cumple con los 150 minutos semanales de ejercicio moderado recomendados. “Pasar horas sentado debilita músculos, huesos y circulación, aumentando el riesgo de ENT”, explica Villarroel.
Una región en riesgo
El sedentarismo no es el único culpable. El tabaquismo, con 1.250 millones de consumidores globales, agrava las enfermedades no transmisibles. En Ecuador, la combinación de inactividad, sobrepeso y malos hábitos dispara las alarmas. “Reconocer señales del cuerpo y actuar es vital para cambiar el rumbo de la salud”, dice Villarroel. El Día Mundial de la Salud buscó precisamente eso: concienciar para prevenir.
La OMS proyecta que reducir en un tercio las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles al 2030 requiere prevención y tratamiento efectivo. En la región, donde la actividad física es insuficiente, el reto es mayor. “Cada paso hacia un estilo de vida saludable cuenta”, insiste la experta, subrayando la urgencia de moverse más y comer mejor.
Hábitos que salvan vidas
La actividad física encabeza la lista de medidas preventivas. “Es el primer paso contra obesidad, hipertensión y diabetes”, afirma Villarroel. Dejar de fumar es el siguiente, especialmente para los fumadores diagnosticados con enfermedades no transmisibles. Además, una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras fortalece el sistema inmunitario. “No se trata solo de peso, sino de salud”, recalca.
Control y compromiso
Los chequeos médicos regulares son otro pilar. “Exámenes y adherencia al tratamiento controlan la progresión de las ENT”, explica Villarroel. En Ecuador, donde el sobrepeso afecta a más de la mitad de la población, estas acciones alivian la carga en familias y sistemas de salud. El 7 de abril dejó un mensaje claro: prevenir es tarea de todos.
El Día Mundial de la Salud 2025 reafirmó que pequeños cambios –moverse, comer sano, dejar el tabaco– pueden evitar millones de muertes. Con 41 millones de vidas perdidas al año, la prevención no espera.