Un intento de robo a mano armada bajo la modalidad conocida como sacapintas fue frustrado en la parroquia Calacalí, al norte del Distrito Metropolitano de Quito. Delincuentes intentaron asaltar a un ciudadano que acababa de salir de una agencia bancaria. El hecho generó una persecución ciudadana, tras la cual los antisociales abandonaron una motocicleta, que fue posteriormente incendiada por los vecinos.
Robo frustrado tras retiro bancario
El incidente ocurrió cuando un hombre regresaba a su domicilio luego de retirar una alta suma de dinero de una entidad bancaria. Según información proporcionada por la Policía Nacional, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta lo interceptaron para arrebatarle el dinero en las inmediaciones de su vivienda.
La víctima recibió asistencia rápidamente por vecinos del sector, quienes notaron lo que ocurría y comenzaron una persecución por varias cuadras. Al verse acorralados, los delincuentes decidieron abandonar la motocicleta en plena vía pública y escapar a pie por calles aledañas.
Reacción de los vecinos de Calacalí
La comunidad, enfurecida por el intento de asalto, incendió la motocicleta utilizada por los delincuentes. El hecho quedó registrado en videos captados por residentes, que los vecinos entregaron a las autoridades para su análisis.
Los agentes de la Policía Judicial ya se encuentran analizando las grabaciones de seguridad y otros testimonios para identificar a los autores del intento de robo, así como reconstruir la ruta de escape utilizada por los sospechosos.
La Policía Nacional recomendó a la ciudadanía tomar precauciones al realizar retiros bancarios significativos, sugiriendo que se solicite acompañamiento policial gratuito, un servicio disponible en agencias bancarias para prevenir este tipo de delitos.
Modalidad sacapintas: un riesgo persistente
El robo bajo la modalidad sacapintas es una práctica delictiva común en varias ciudades de Ecuador. Los delincuentes siguen a personas que han retirado dinero en efectivo de entidades bancarias, para posteriormente asaltarlas en un momento vulnerable, como al llegar a casa o detenerse en un semáforo.
Según datos del Ministerio del Interior, este tipo de delitos muestra una leve disminución en zonas con presencia policial reforzada. Sin embargo, persiste en barrios periféricos y zonas rurales, como Calacalí, donde el acceso inmediato a patrullas puede estar limitado.
La Policía trabaja actualmente en la identificación de bandas delictivas organizadas que operan con esta metodología. Muchas de estas organizaciones delincuenciales estarían vinculadas con otras actividades ilícitas, como microtráfico y porte ilegal de armas.