El patio de comidas de los módulos del Nuevo Tarqui (zona alta) enfrenta un panorama desolador. La delincuencia ahuyenta a los clientes, agravando un abandono que persiste. Solo cinco de doce comedores operan, resistiendo con valentía.
Con la inauguración del lugar en el 2017, los locales nuevos generaron entusiasmo a los comerciantes, pero la falta de clientela decepcionó a muchos.
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María Vera, de 62 años, vende almuerzos desde las 9:00 hasta las 15:00. Con 18 años en el oficio, atiende a trabajadores y clientes fijos, pero añora que sean muchos más.
De los comedores activos en esta zona alta, cuatro ofrecen almuerzos y uno desayunos. Vera anhela que todos prosperen, pero la inseguridad frena el flujo de clientes. Sin embargo en la zona baja sí hay mucho movimiento.
Recuerda que antes del terremoto, su comedor estaba en el antiguo Inalca.
El agua no falta, gracias al aljibe del antiguo hospital del IESS. Sin embargo, la situación comercial no mejora.
La próxima semana iniciará nuevas notificaciones en Nuevo Tarqui
Xavier Briones, coordinador territorial del municipio, explicó que hace dos años depuraron 80 locales cerrados, reasignándolos a nuevos emprendedores.
Actualmente, la Dirección de Mercados repite el proceso. Briones señaló que levantaron información para retirar locales desocupados. “Hay personas que desean emprender”, afirmó. La próxima semana iniciarán las notificaciones, siguiendo el protocolo, para revitalizar el área comercial.
El mercado Nuevo Tarqui alberga 1700 locales, agrupados en la Asociación Floresmilo Mendoza Catagua, que integra 16 organizaciones. Sin embargo, los comerciantes independientes también operan sin afiliación. Las promesas de instalar negocios ancla como comisariatos y un banco aún no se concretan. Este tipo de negocios sí funcionan en la parte baja.
Pese a las dificultades, comerciantes como Vera persisten. Su resiliencia refleja el espíritu de lucha en Tarqui, donde la esperanza de recuperar el dinamismo comercial sigue viva. El municipio apuesta por acciones concretas para devolverle vida a este patio de comidas.