El Municipio de Guayaquil, a través de la Dirección de Obras Públicas, retomó en mayo de 2025 la construcción de una moderna área deportiva. La obra está ubicada en Urdesa en la calle Higueras junto al Estero Salado. El objetivo de promover el bienestar ciudadano mediante el deporte y el uso de espacios seguros.
Avanza obra deportiva en Urdesa
El proyecto incluye la instalación de dos canchas de pádel con medidas reglamentarias y paredes de vidrio templado, una tendencia creciente en deportes urbanos. A esto se suma infraestructura complementaria como vestidores, baños, oficina administrativa, parqueadero, una área de juegos infantiles y una caminera peatonal que bordea el manglar, integrando así el entorno natural con el ejercicio físico.
Actualmente, la obra presenta un avance del 17 % y tiene prevista su entrega en cuatro meses, con una inversión superior a los USD 500 mil. El espacio beneficiará de manera directa a más de 16.000 habitantes del sector.
La intervención transforma un terreno previamente abandonado en una zona de convivencia segura, accesible y sostenible, apostando por el desarrollo urbano a través del deporte.
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Parte de un plan mayor de renovación urbana
Esta iniciativa forma parte del programa municipal de renovación de 25 espacios recreativos en Guayaquil, con una inversión global que supera los USD 5 millones. El plan incluye actualmente cuatro parques y cuatro canchas en la ciudadela Floresta 2. Además de la próxima reconstrucción del parque 25 de Enero en el Guasmo Norte.
La visión municipal apunta a generar entornos más saludables y participativos, alineados con políticas públicas que priorizan el bienestar urbano, la cohesión social y la seguridad ciudadana.
El alcalde Aquiles Alvarez impulsa estas obras bajo el enfoque de que el deporte no solo fomenta la salud, sino que mejora la calidad de vida y fortalece los lazos comunitarios en zonas urbanas de alta densidad.
Deporte, naturaleza y comunidad
El nuevo complejo en Urdesa representa un modelo de espacio público que integra el deporte con el paisaje natural del Estero Salado. La caminera planificada bordea el manglar y promoverá actividades como caminatas, trote y ciclismo, respetando el entorno ecológico.
Este tipo de intervenciones están pensadas para estimular hábitos saludables y recuperar espacios subutilizados, incorporándolos a la dinámica barrial y urbana.
Con obras de esta naturaleza, el Municipio busca que Guayaquil avance hacia un modelo de ciudad más inclusiva, sostenible y orientada al bienestar ciudadano, donde los espacios públicos son motores de transformación social.
