Mujer trans que falleció tras ser inyectada con silicona, será sepultada en Manabí
Un presunto mal procedimiento de inyección de biopolímeros llevó a la tumba a Luisa Lagos. La mujer trans de 33 años falleció la noche del sábado en el hospital Gustavo Domínguez, a las 19h00.
Ella llegó hasta esa casa de salud en un vehículo auxiliada por una amiga, quien la encontró en su vivienda en muy mal estado. Los vecinos la vieron botando sangre por la boca.
Su hermano Adrián Mafla indicó que Luisa había decidido hacerse este procedimiento de manera artesanal. “Lo que sabemos es que ella voluntariamente se hizo inyectar silicona y eso fue lo que le afectó.
El doctor nos dijo que esa sustancia le llegó a una arteria que va al corazón, provocándole un preinfarto que la dejó inconsciente. Al llegar al hospital le dio un infarto, ya no resistió y murió”, declaró el familiar.
La familia dice que Luisa anteriormente se había sometido a varias operaciones en su transformación.
La primera fue en Guayaquil y no tuvo problemas, pero la segunda la dejó con graves secuelas que afectaron su salud durante varios meses.
Era una mujer que destacaba por su porte y pronunciadas curvas que la hicieron ganarse varias coronas en concursos de belleza sexualmente diversos.
“En la familia le decíamos que así estaba bien, que ya no se ponga nada, pero ella no hizo caso y se quiso inyectar”, lamentó.
Las muestras del procedimiento quedaron visibles en su cuerpo. El cadáver presentaba moretones en la parte interna de las piernas, a la altura del muslo.
Ellos sostienen que fue otra mujer trans la que le inyectó la silicona en la casa de Luisa. “A todas ellas las inyecta. Fue una irresponsabilidad porque para poner eso hay que hacer exámenes y no fue así.
Esperan justicia por muerte de mujer trans
Esperamos que Dios sea quien haga justicia”, dijo otro pariente.
Ella es velada en su casa, en el barrio 10 de Mayo de la cooperativa Gran Colombia, y será inhumada en el cementerio de El Carmen, junto a su mamá, quien falleció hace algunos meses.
La familia quiere cumplir el pedido de Luisa, quien les había dicho que cuando muera quería ser velada tres noches para que alcancen a llegar todos sus amigos.
Ella era parte del Colectivo GLBTI de Santo Domingo.
