El presidente de Ecuador rechaza rumores de un pacto para la liberación de Glas
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, rechazó este martes los rumores de un supuesto pacto con el correísmo para liberar al exvicepresidente Jorge Glas, que cumplía una sentencia por corrupción en una cárcel de la zona andina del país.
El supuesto pacto “no existe y nunca ha existido, y, probablemente, jamás existirá”, dijo Lasso en respuesta a los rumores que circularon el fin de semana por la liberación de Glas.
El gobernante puntualizó que Glas lo ha difamado durante quince años, y reiteró que no tiene ninguna simpatía por el exvicepresidente, quien “ha cometido actos deshonestos por los cuales ha sido sentenciado”.
Aclaró que no llegó a la Presidencia para descargar antipatías en contra de nadie y recordó que el 24 de mayo pasado, al asumir el cargo, dijo que lo haría “de la manera más democrática posible, y que le pondría límites” a su poder.
Esos límites están establecidos en la Constitución, en la Ley y en principios fundamentales como la independencia de poderes en democracia, subrayó.
Tras calificar de “irregular” la decisión de liberar a Glas, anotó que han procedido por los caminos que permite la ley, por lo que están a la espera de la respuesta a una apelación planteada en la Corte Provincial de Justicia.
“Esperamos que la Corte provincial de Justicia nos dé la razón porque creemos tenerla”, dijo en el programa “Encontrémonos por la ciudadanía”, en el que cada semana es entrevistado por distintos periodistas de diferentes medios de comunicación.
El lunes, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, afirmó que se ha reforzado la seguridad sobre Glas, quien recibió el recursos de hábeas corpus de un juez ante el deterioro de su condición física y mental en la cárcel.
Glas entró en prisión a finales de 2017 y fue condenado a 8 años de prisión por “asociación ilícita” en un caso relacionado con la trama de sobornos de la compañía brasileña Odebrecht, y ha sido sentenciado en otro caso de financiación ilegal de su movimiento político.
También afronta una condena en un caso de supuesta malversación en contratos petroleros, que se encuentra en fase de apelación, aunque Glas ha ratificado su inocencia de todas las imputaciones y asegurado que obedecen a una supuesta “persecución política” de sus adversarios.
Para Jiménez, “lo peor que le podría pasar a este país es que este señor se fugue” y por ello se decidió “reforzar su custodia”.
Glas fue vicepresidente durante el Gobierno del progresista Correa (2007-2017) y también por pocos meses de su sucesor, Lenín Moreno (2017-2021), en principio afín al “correísmo” pero luego acérrimo rival de su antecesor.