Miles de ciudadanos israelíes se congregaron la noche del miércoles en la denominada “plaza de los rehenes” de Tel Aviv, en una jornada de movilización que marca los 600 días desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, iniciada el 7 de octubre de 2023. La protesta organizada por el Foro de las Familias, en demanda de un cese al fuego que facilite la liberación de los rehenes aún retenidos en Gaza.
La jornada comenzó a las 06H29 (hora local), coincidiendo con el momento exacto del ataque de Hamás en 2023. A esa hora, centenares de personas realizaron concentraciones silenciosas en distintos puntos del país. Durante todo el día, pancartas con el número 600 se observan a lo largo de carreteras y avenidas, como recordatorio del tiempo transcurrido desde el inicio del conflicto.
La manifestación central tuvo lugar en Tel Aviv, donde se podían leer mensajes como “El pueblo con los rehenes”. La exigencia principal fue clara: un alto al fuego inmediato y el retorno de los cautivos. Las familias de los secuestrados, junto con personas liberadas en anteriores treguas, compartieron testimonios que visibilizan el impacto humano del conflicto.
Karina Engel-Bart, exrehén liberada en noviembre de 2023 junto a sus dos hijas, recordó en una concentración en el kibutz Nir Oz que durante los primeros días pensó que regresarían pronto. Su esposo, asesinado el 7 de octubre, permanece en Gaza.
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Estado actual de los rehenes
Según cifras oficiales, 251 personas fueron secuestradas durante el ataque de Hamás. De ellas, 57 siguen cautivas en Gaza, incluyendo al menos 34 declaradas muertas por las autoridades israelíes. Esta situación mantiene en vilo a las familias, que consideran que las acciones militares no han logrado traer de vuelta a sus seres queridos.
Uno de los manifestantes, Iair Horn, liberado en febrero durante una segunda tregua, asegura: “Hace más de 100 días que fui forzado a dejar atrás a mi hermano. Mientras Eitan y los otros rehenes no estén de regreso, estoy aún cautivo”.
Exigencias al Gobierno y contexto político
Durante la manifestación, las críticas se dirigieron también al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por no renovar los acuerdos de tregua. Las familias denuncian que, tras el fin de la última pausa humanitaria en marzo, la ofensiva militar se intensificó, sin resultados visibles en la liberación de los rehenes.
El Foro de las Familias ha reiterado su llamado al gobierno para que priorice la vida de los rehenes por encima de los objetivos militares. Las protestas, según los organizadores, continuarán hasta que haya un acuerdo concreto que garantice su retorno.
