El colágeno marino, un suplemento obtenido de la piel y escamas de peces, es utilizado en nutrición, medicina y cosmética para mejorar la salud de la piel, articulaciones y huesos, siendo consumido mundialmente desde la década de los 90.
¿Qué es el colágeno marino?
El colágeno marino es una proteína derivada de los tejidos de peces como el bacalao, el salmón o la tilapia. Se obtiene mediante procesos de hidrólisis que fragmentan la molécula en péptidos más pequeños, lo que facilita su absorción en el organismo.
De acuerdo con investigaciones de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el colágeno hidrolizado presenta una biodisponibilidad superior en comparación con otros tipos, lo que lo convierte en un suplemento de alta demanda.
Su estructura rica en aminoácidos como glicina, prolina y lisina contribuye a la formación de tejidos conectivos, huesos y piel, esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo.
Usos principales en salud y nutrición
El consumo de colágeno marino en forma de cápsulas, polvos o bebidas está vinculado con la salud articular. Estudios clínicos han demostrado que contribuye a reducir molestias en personas con desgaste del cartílago, como los pacientes con osteoartritis.
En el ámbito de la nutrición, también se recomienda como complemento en dietas para adultos mayores, debido a la pérdida natural de producción de colágeno en el organismo a partir de los 30 años.
Además, investigaciones publicadas en revistas científicas señalan que los péptidos de colágeno marino pueden estimular la síntesis de nuevas fibras de colágeno, favoreciendo la elasticidad y resistencia de la piel.
Aplicaciones en cosmética y cuidado personal
El colágeno marino es un ingrediente común en cremas, sérums y mascarillas faciales. Su inclusión busca mejorar la hidratación cutánea, disminuir la apariencia de arrugas y reforzar la estructura dérmica.
Las marcas de belleza lo utilizan combinado con ácido hialurónico y vitaminas antioxidantes, para potenciar su efecto. Sin embargo, especialistas subrayan que la eficacia de los productos tópicos puede ser limitada frente a la ingesta oral, donde el colágeno hidrolizado demuestra mayor impacto.
Por su origen natural, también es apreciado en la industria cosmética ecológica, que lo promueve como alternativa a derivados de origen bovino o porcino.
Diferencias con otros tipos de colágeno
Existen distintos tipos de colágeno, clasificados según su fuente. El bovino y el porcino son los más tradicionales, pero el colágeno marino ha ganado popularidad por su mayor biodisponibilidad y por estar libre de enfermedades vinculadas al ganado.
Otra ventaja es que, al provenir de recursos pesqueros, aprovecha subproductos de la industria, lo que reduce el desperdicio y promueve la sostenibilidad.
No obstante, su costo suele ser más elevado debido al proceso de extracción y purificación, lo que lo convierte en un suplemento de gama premium dentro del mercado.
Precauciones y consideraciones médicas
Aunque el colágeno marino es seguro para la mayoría de los consumidores, especialistas recomiendan consultar con un médico antes de iniciar su uso, especialmente en personas con alergia al pescado o con condiciones de salud crónicas.
Los estudios existentes confirman beneficios, pero también aclaran que no sustituye a tratamientos médicos ni reemplaza una dieta balanceada. Se considera un complemento y no un fármaco.
En algunos países, las agencias reguladoras lo catalogan como suplemento dietético y no como medicamento, por lo que su comercialización está sujeta a normativas de etiquetado y control sanitario.
Mercado y proyección
El mercado global del colágeno marino crece sostenidamente. Según la consultora Grand View Research, se proyecta que alcance los 6.5 mil millones de dólares en 2028, impulsado por la demanda de productos de salud y belleza.
La tendencia responde a un consumidor cada vez más orientado hacia ingredientes naturales y funcionales, con énfasis en el cuidado preventivo. América Latina, Europa y Asia son los principales mercados en expansión.
Conclusión
El colágeno marino se ha consolidado como un suplemento de alto interés en la industria de la salud, nutrición y cosmética. Su capacidad de favorecer la elasticidad de la piel, la resistencia de los huesos y el bienestar de las articulaciones lo convierten en un producto de consumo extendido.
Aunque sus beneficios están respaldados por estudios científicos, su uso debe estar acompañado de orientación médica y hábitos saludables para maximizar resultados.