El despertar sexual de los adolescentes está acompañado de temores, tabúes y falta de educación. Ante esa realidad, especialistas en Pediatría apuntan a la escasa enseñanza sexual que reciben los adolescentes como una de las causas del aumento de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en este grupo poblacional.
Así lo refleja el editorial ‘Aumento de infecciones de transmisión sexual en adolescentes: un desafío urgente’, publicado en el número de abril de ‘Anales de Pediatría’, el órgano de expresión científica de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
La educación sexual es básica para los adolescentes
“Lamentablemente, los adolescentes inician sus relaciones sin suficiente información ni educación sexual integral, careciendo de los suficientes conocimientos sobre prevención, lo que sin duda no ayuda a frenar las ETS”, señaló la pediatra María Luisa Navarro, primera firmante del artículo, quien añadió que el tabú en torno a la sexualidad dificulta la educación.
Las autoras del editorial de ‘Anales de Pediatría’, las pediatras María Luisa Navarro e Inés Ojeda, ambas especialistas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) apuntaron a otros tres factores, junto a la falta de educación sexual, para explicar el crecimiento de ITS en la adolescencia.
En concreto, aludieron al informe ‘Juventud en España 2020’, que remarca el inicio cada vez más temprano de las relaciones sexuales (16,2 años de media), lo que lleva a la inmadurez del tracto genital; el aumento del número de parejas sexuales; y la disminución del uso de métodos de barrera. Además, “el acceso a redes sociales a edades tempranas facilita el consumo de pornografía, distorsionando su visión de la sexualidad”, añadió Navarro.
Estrategias para apoyar a los jóvenes
Respecto a las estrategias para frenar esta tendencia ascendente, las expertas destacaron los cribados de ETS en adolescentes sexualmente activos; unas pruebas rápidas que están implantados en puntos de atención, pero que no están adaptadas a la población adolescente.
Asimismo, instaron a diseñar campañas de difusión para proporcionar a los jóvenes conocimientos sobre las ETS. “El empleo de herramientas digitales podría ser una vía útil, desde redes sociales a otras innovaciones digitales”, sugirió Navarro.
Hay cifras alarmantes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen 376 millones de nuevas infecciones de clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) recoge que el grupo más afectado por clamidia en 2023 fue el de mujeres de 15 a 25 años, a la vez que destaca la considerable afectación de la gonorrea entre jóvenes y adolescentes.
Además, estudios realizados sobre VIH su incremento entre jóvenes y su infradiagnóstico respecto a la población adulta. En todo el mundo, en 2021 se produjeron 410 000 nuevas infecciones VIH en jóvenes de entre 10 y 24 años,. De estos, 160.000 eran adolescentes de entre 10 y 19 años.
En Ecuador
En 2025, el Ministerio de Salud Pública de Ecuador reporta que clamidia, virus del papiloma humano (VPH) y sífilis son las ETS más comunes. Estas afectan principalmente a jóvenes de 15 a 24 años, debido a la falta de uso de preservativos, lo que evidencia la falta de educación sexual entre adolescentes.
La clamidia, causada por Chlamydia trachomatis, es la ETS bacteriana más frecuente, afectando a mujeres jóvenes. Es asintomática en el 90% de los casos, pero puede causar infertilidad si no se trata. El VPH, vinculado al cáncer cervical, tiene una prevalencia del 80% en mujeres sexualmente activas. La sífilis, con 2.5 millones de casos globales, muestra un aumento en Ecuador, con llagas indoloras como síntoma inicial.
Factores de riesgo
El bajo uso de condones, con solo 1 de cada 10 hombres usándolos, y la actividad sexual temprana contribuyen al alza, según la OMS. Guayaquil reporta el 31% de casos de VIH, con 3,547 casos en 2022.