Un reciente estudio científico realizado por investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) ha revelado que cantar en la ducha puede fortalecer el sistema inmunológico. La investigación, publicada en la revista Journal of Psychoneuroimmunology en julio de 2025, demuestra que esta actividad cotidiana reduce los niveles de estrés y estimula la producción de células inmunitarias, beneficiando la salud general. Este descubrimiento destaca por su accesibilidad, ya que no requiere habilidades vocales avanzadas ni equipos especializados.
El estudio, liderado por la doctora Ana Lucía Torres, inmunóloga ecuatoriana, analizó a 150 participantes durante seis meses. Los resultados muestran que cantar en la ducha disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en un 23% en promedio. Además, se observó un aumento del 15% en la actividad de linfocitos T, células clave en la respuesta inmune. La investigación se llevó a cabo en Quito, con voluntarios de entre 18 y 65 años, y los datos fueron validados mediante análisis bioquímicos en laboratorios certificados.
Beneficios biológicos del canto
La ducha, un entorno cálido y húmedo, amplifica los efectos positivos del canto. Según Torres, “el vapor de agua y el ambiente relajado potencian la liberación de endorfinas, lo que contribuye a reducir la inflamación sistémica”. Los participantes que cantaban al menos tres veces por semana durante 10 minutos reportaron menos resfriados y una mayor sensación de bienestar. En contraste, el grupo de control, que no cantaba, no mostró cambios significativos en sus marcadores inmunológicos.
Además, el estudio ecuatoriano se alinea con investigaciones previas en América Latina. En 2023, un equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró que el canto grupal mejora la oxigenación sanguínea y reduce la presión arterial. Aunque dicho estudio se centró en coros, los investigadores mexicanos sugirieron que el canto individual podría tener beneficios similares, hipótesis que ahora respalda el trabajo de la USFQ.
Impacto en la salud mental y física
Cantar en la ducha no solo fortalece las defensas, sino que también mejora el estado de ánimo. Los datos de la USFQ indican que el 78% de los participantes experimentaron una reducción en síntomas de ansiedad leve tras incorporar esta práctica. “El acto de cantar estimula el nervio vago, que regula el sistema nervioso parasimpático, promoviendo relajación”, explicó Torres en una conferencia en Quito el pasado 15 de agosto.
Por otro lado, el estudio destaca que no es necesario ser un cantante profesional. Los beneficios se observan independientemente de la afinación o el género musical. “Lo importante es la vibración de las cuerdas vocales y la respiración profunda que implica cantar”, señaló la doctora Torres. Este hallazgo democratiza el acceso a una práctica saludable, ya que no requiere inversión económica ni entrenamiento especializado.
Investigaciones a nivel mundial
Investigaciones previas en Europa, como un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) en 2022, ya habían explorado los efectos del canto en la salud mental. Sin embargo, el trabajo de la USFQ es pionero al centrarse en el contexto de la ducha y su impacto directo en el sistema inmunológico. En América Latina, donde el acceso a tratamientos médicos puede ser limitado, esta práctica representa una alternativa sencilla y efectiva para mejorar la salud.
Las autoridades sanitarias ecuatorianas han recibido con interés los resultados, aunque no se han pronunciado oficialmente sobre su implementación en políticas de salud pública. Los investigadores planean continuar con estudios longitudinales para evaluar los efectos a largo plazo. Mientras tanto, cantar en la ducha se posiciona como una herramienta accesible para reforzar las defensas y mejorar el bienestar en la población.