El 28 de abril de 2025, en París, arrancó el juicio contra 10 sospechosos por el robo armado de $10 millones en joyas a Kim Kardashian durante la Fashion Week 2016. Los acusados, conocidos como “abuelos ladrones” por su edad, atacaron su apartamento en el Hotel de Pourtalès, aprovechando su exposición en redes sociales, un evento que marcó su vida.
En la madrugada del 3 de octubre de 2016, cinco hombres disfrazados de policías irrumpieron en el lujoso apartamento de Kim Kardashian. La ataron con cinta adhesiva, la amordazaron y la encerraron en el baño, huyendo con joyas valoradas en $10 millones, incluyendo un anillo de $4 millones de Lorraine Schwartz. Solo una cruz de diamantes de $34,000 fue recuperada, encontrada en una calle cercana. La policía francesa, tras hallar ADN en las cintas, arrestó a 17 sospechosos en enero de 2017, desmantelando una red criminal.
Los “abuelos ladrones” enfrentan la justicia
De los 12 acusados iniciales, uno falleció y otro está enfermo, dejando 10 en juicio hasta el 23 de mayo de 2025. Cinco enfrentan cargos graves por robo armado y secuestro, incluyendo a Yunice Abbas, de 71 años, quien confesó en su libro I Kidnapped Kim Kardashian. “Lamento el trauma que le causé”, dijo Abbas a NBC. Otros, como Aomar Ait Khedache, niegan ser los cerebros del robo. La fiscalía los acusa de planear el atraco tras seguir a Kim en redes.
Kim se prepara para testificar
Kim Kardashian, de 44 años, testificará en persona el 13 de mayo, según su abogado Michael Rhodes. “Reserva su testimonio para el jurado”, afirmó a Associated Press. En Keeping Up With the Kardashians (2017), Kim describió el robo como “traumático”, confesando que temió por su vida.
El robo, el mayor a un individuo en Francia en 20 años, expuso los peligros de la sobreexposición en redes sociales. Kim, conocida por compartir su vida en Instagram, redujo su actividad tras el incidente. El caso, comparado con robos a celebridades como Paris Hilton en 2008 o Miley Cyrus en 2014, destacó por su audacia y planificación. La seguridad en París, ya cuestionada tras los atentados de 2015, enfrentó críticas. El juicio, previsto para 2021, se retrasó por la pandemia y conflictos judiciales.
Impacto en la vida de Kim
El robo transformó a Kim. Adoptó medidas de seguridad estrictas y habló abiertamente sobre su ansiedad postraumática. En entrevistas, dijo que el incidente la hizo “más fuerte” pero también más cautelosa. Su decisión de testificar refleja su deseo de justicia. El juicio también reaviva el debate sobre la privacidad de las celebridades.
El proceso promete titulares. La fiscalía busca condenas de hasta siete años, mientras los abogados defensores alegan que las pruebas son débiles. Kim, ahora empresaria y madre de cuatro, sigue adelante con proyectos como Skims. Los fans esperan que su testimonio aclare detalles y cierre un capítulo doloroso. ¡Esto está lejos de terminar!