Un nuevo hecho de violencia se registró la noche del martes 23 de abril en la parroquia Picoazá, perteneciente al cantón Portoviejo, provincia de Manabí. Un hombre que se movilizaba en motocicleta fue asesinado a tiros en el sector de El Pedregal, luego de ser interceptado por presuntos sicarios. La Policía Nacional investiga el crimen y aún no ha revelado la identidad de la víctima ni los posibles móviles del ataque.
Ataque directo en plena vía de Picoazá
Según versiones preliminares de testigos presenciales, el ataque ocurrió de forma directa y certera, sin que la víctima tuviera oportunidad de reaccionar o huir. Los responsables dispararon en múltiples ocasiones, dejando el cuerpo del hombre tendido en plena vía pública.
Tras el atentado, los agresores se dieron a la fuga con rumbo desconocido. La Policía Nacional acudió al sitio para acordonar la escena del crimen y recabar los primeros indicios que permitan avanzar en la investigación.
El cuerpo de la víctima fue trasladado al Centro Forense de Manta, donde se espera su identificación oficial y la realización de los trámites legales correspondientes.
Investigación en curso
Hasta el momento, la identidad del fallecido no se ha confirmado públicamente. Las autoridades tampoco han adelantado hipótesis sobre el móvil del crimen, aunque no se descarta una posible vinculación con grupos criminales organizados, dada la forma del ataque.
La Policía Nacional ha indicado que está recolectando información de cámaras de seguridad, testimonios y otros elementos que permitan identificar a los autores materiales del hecho. Asimismo, pidió a la ciudadanía colaborar con datos que puedan contribuir a esclarecer el caso.
Este suceso se suma a una serie de crímenes violentos ocurridos en diferentes puntos del país, en medio de un contexto nacional marcado por el aumento de la inseguridad y la actividad de bandas delictivas.
Violencia persistente en Manabí
Manabí ha sido una de las provincias más golpeadas por la violencia criminal en los últimos años. Portoviejo, su capital, ha registrado múltiples hechos relacionados con sicariato, extorsión y microtráfico. La parroquia Picoazá, en particular, ha sido señalada como una zona de alta conflictividad.
Las autoridades han reiterado su compromiso para reforzar la seguridad en sectores críticos, aunque los hechos como el ocurrido este 23 de abril reflejan los retos persistentes en el control del crimen organizado. (12)