En Guápulo, Quito, comunidad se ha unido para iniciar la ardua tarea de limpieza tras el deslave del fin de semana. Los residentes, que previamente habían alertado sobre el peligro inminente, ahora enfocan sus esfuerzos en la limpieza y recuperación de sus hogares, mientras demandan acciones preventivas por parte de las autoridades municipales.
José Vera, residente afectado, compartió con este medio, el impacto emocional del desastre: «Ver cómo el lodo arrasó con todo lo que teníamos es una imagen que no se borra fácilmente. Ahora, estamos enfocados en limpiar y recuperar lo que sea posible». La solidaridad comunitaria se ha manifestado a través de brigadas de limpieza y la recolección de donaciones para las familias damnificadas.
Exigencias de la comunidad
«No queremos que esto vuelva a ocurrir. Hemos enviado oficios y advertencias, pero no fuimos escuchados», declaró un líder comunitario de Guápulo a medios nacionales. La demanda principal es la estabilización de los taludes y la implementación de un sistema de alerta temprana. Además, los residentes solicitan una evaluación exhaustiva de los riesgos geológicos en la zona.
Por otro lado, la respuesta gubernamental continúa con los trabajos de limpieza y evaluación de riesgos. Patricia Carrillo, directora metropolitana de Gestión de Riesgo, informó que se está trabajando en la remoción de escombros y la evaluación de la estabilidad del terreno. «Nuestra prioridad es garantizar la seguridad de los residentes», afirmó.
Medidas a largo plazo y contexto regional
El ministro de Gobierno, José De La Gasca, se comprometió a coordinar con las autoridades locales para implementar medidas de prevención a largo plazo. «Entendemos la preocupación de la comunidad y estamos trabajando para evitar futuros desastres», aseguró.
Además, el deslizamiento en Guápulo pone de manifiesto la vulnerabilidad de Quito y otras ciudades ecuatorianas ante las fuertes lluvias. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) reportó 34 fallecidos a nivel nacional, lo que subraya la urgencia de implementar políticas de gestión de riesgos más efectivas.
Finalmente, la comunidad de Guápulo espera que este desastre sirva como un llamado de atención para las autoridades. «Necesitamos aprender de esto y trabajar juntos para construir un futuro más seguro», concluyó un residente.