San Pancracio, un joven mártir cristiano, es celebrado cada 12 de mayo por la Iglesia Católica en Roma y el mundo, por su fe inquebrantable y sacrificio durante las persecuciones de Diocleciano.
San Pancracio es representado muy joven, casi niño, vestido con la túnica romana o con el traje militar y con los atributos de mártir. Se lo considera como el santo de los afligidos por la pobreza y de los jóvenes que buscan trabajo.
Vida y contexto histórico de San Pancracio
San Pancracio nació en Frigia (actual Turquía) alrededor del año 290 d.C. en una familia noble. Huérfano a temprana edad, su tío Dionisio lo crió en Roma.
Durante el reinado del emperador Diocleciano, quien lideró una severa persecución contra los cristianos, Pancracio se convirtió al cristianismo a los 14 años. Su conversión ocurrió tras el bautismo, influenciado por las enseñanzas cristianas en una Roma predominantemente pagana.
En el año 303 d.C., Pancracio fue arrestado por profesar su fe. A pesar de su juventud, se negó a renunciar al cristianismo, incluso bajo tortura. Lo decapitaron el 12 de mayo de 303 en la Vía Aurelia, Roma, y su cuerpo fue enterrado en las catacumbas. Su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación.
Obra y legado
Aunque San Pancracio no dejó escritos ni construcciones, su legado radica en su testimonio de fe. Su martirio a los 14 años lo convirtió en un símbolo de valentía y compromiso cristiano, especialmente para los jóvenes.
En el siglo V, el papa Símaco construyó una basílica sobre su sepulcro, y el papa Gregorio I Magno promovió su veneración, convocando a los fieles a su tumba para inspirar amor cristiano.
A San Pancracio lo consideran patrono de los jóvenes, los enfermos y quienes buscan empleo, según la tradición. Su festividad del 12 de mayo conmemora la fecha de su martirio, registrada en el Martirologio Romano.
A lo largo de los siglos, se le han atribuido milagros, como curaciones y protecciones, especialmente en Roma y España.
Canonización y filosofía
La canonización de San Pancracio no siguió el proceso moderno, ya que en los primeros siglos del cristianismo, los mártires eran venerados tras su muerte por su sacrificio. Su reconocimiento como santo se formalizó en el siglo V, cuando su culto creció. Su filosofía, implícita en su vida, se centra en la fidelidad a la fe y el sacrificio por las creencias, valores que resonaron en la Iglesia primitiva.
El 12 de mayo se estableció como su festividad porque marca el día de su ejecución, un hito en la tradición cristiana que celebra el “dies natalis” (nacimiento al cielo) de los mártires. Su historia se conserva en el Martirologio Romano, actualizado por el Vaticano.
Contexto actual
Hoy, a San Pancracio lo veneran en iglesias de todo el mundo, especialmente en Roma, donde la Basílica de San Pancracio conserva su memoria. En países como España, su imagen es común en hogares y comercios, asociada con la búsqueda de trabajo. La Iglesia Católica lo presenta como modelo de fe para los jóvenes, destacando su resistencia ante la adversidad.
El 12 de mayo de 2025, los católicos recordarán a San Pancracio con misas y oraciones, siguiendo el calendario litúrgico. Su legado sigue vigente, inspirando a quienes enfrentan desafíos por sus creencias.
