La fase de socialización con comerciantes informales que venden productos en la vía pública, principalmente en triciclos y camionetas, está por finalizar en Portoviejo. Tras meses de diálogos y operativos, la municipalidad comenzará a aplicar sanciones a quienes incumplan la ordenanza que prohíbe estas actividades en espacios públicos, especialmente en zonas de alto impacto como las calles céntricas y la parroquia Picoazá.
Durante junio, se retuvieron dos triciclos en la zona céntrica de Portoviejo, los cuales fueron trasladados a la Comisaría Municipal por reincidencia tras haber sido informados previamente. “Ya se les socializó, se les explicó, y continuaron contraviniendo la ordenanza, por lo que tendrán que responder en la Comisaría”, informó Santiago Fonseca, director de Control Territorial y Seguridad Ciudadana del Municipio.
La ordenanza municipal, en su Art. 487, prohíbe la venta de mercadería, productos perecibles y alimentos preparados en sitios no permitidos de la vía pública, con multas del 25% de un Salario Básico Unificado ($117,50 en 2025) y el doble en caso de reincidencia, además de posibles medidas cautelares como la retención de vehículos.
Puntos críticos en la zona céntrica
En puntos críticos como las calles Alajuela, García Moreno, Chile, Córdova, Quito, Ramos Iduarte y Ricaurte, se han identificado entre 17 y 18 tricicleros que suelen ocupar la vía pública, pero según el Municipio, de a poco se está logrando que acaten la ordenanza. En Picoazá, el problema persiste con alrededor de 16 a 18 comerciantes informales, especialmente los fines de semana, cuando obstruyen calles cercanas al mercado y la iglesia, afectando el tránsito de buses urbanos. Carlos Gines, dirigente del Colectivo Ciudadano por Picoazá, señaló que, aunque los agentes municipales realizan controles, los vendedores regresan tras su retiro.
Fonseca destacó que los operativos se han intensificado, bloqueando accesos en sectores estratégicos para evitar el ingreso de tricicleros y camionetas que expenden productos perecibles, como pescado. “Cuando bloqueamos los accesos, no hay necesidad de retenerlos, pero si persisten, se aplicarán sanciones”, afirmó. El funcionario aclaró que se diferencia entre los comerciantes que ocupan la vía pública para vender y aquellos que solo distribuyen productos desde el mercado mayorista a locales establecidos, como en la calle Chile, quienes no son sancionados.
Sanciones desde agosto
La socialización, ordenada por el alcalde Javier Pincay, incluyó reuniones con gremios y asociaciones de comerciantes, así como la distribución de trípticos con las zonas permitidas y las sanciones. Con esta etapa ejecutada, Fonseca indicó que las tareas de diálogo llegarían a su fin la última semana de julio, dando paso a sanciones inmediatas. “Si alguien decide romper la ordenanza, con mucha pena tendrá que afrontar una sanción”, advirtió.
En Picoazá, donde el comercio informal sigue afectando el orden y el tránsito, se planean nuevas estrategias con la colaboración de Portovial y el área de Control Territorial.