El ambiente de incertidumbre que se respiraba afuera del penal Bellavista se convirtió en dolor, y ayer la escena también se vivió afuera de la morgue.
Sin importarles la lluvia que caía en la mañana, empapados llegaban poco a poco hasta los exteriores del centro forense familiares de los reos, quienes amanecieron con una noticia que los llenó de nervios y tristeza: dos presos habían fallecido.
Como Leonardo Paúl Albarracín Ochoa, de 38 años, y Kelvin Michael Barrezueta López, de 26 años, fueron identificados los dos occisos.
Las Fuerzas Armadas confirmó la muerte de los dos internos; uno de ellos perdió la vida la medianoche del martes, y otro la mañana de ayer, se indicó sin dar más detalles.
No se precisó sobre las circunstancias en las que se produjeron estos hechos, lo que llena de intriga y dudas en sus parientes y demás allegados de los otros reclusos.
Muchas de las personas que de las afueras de la cárcel fueron a la morgue no sabían si los fallecidos eran o no sus parientes; todos iban para conocer sus nombres e identificarlos.
Además se pudo conocer que dos hombres resultaron heridos y llevados a un hospital.
Hasta el cierre de la presente edición, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) no emitía ningún pronunciamiento oficial sobre lo sucedido.
Este es el tercer reo fallecido en el Bellavista. El domingo falleció Stalin Guerrero, según las Fuerzas Armadas, por problemas cardíacos, aunque sus familiares aseguran que sufrió maltratos.
Militares en la cárcel y centro forense
Afuera del penal Bellavista ayer hubo personal de unidades policiales así como militares. También se acercaron a los exteriores del centro forense.
Frente a ellos estaban decenas de familias pendientes por noticias de los reos y con el temor de que los fallecidos sean sus allegados.
Extraoficialmente se conoció que a las 05h45 de ayer Leonardo Paúl Albarracín se quedó en su celda, cuando los militares los hicieron levantar y salir, pero al retornar los otros internos y el personal uniformado, a las 06h00 aproximadamente, lo encontraron sobre un colchón, sin vida.
Según un reporte preliminar, presentaría hematomas y escoriaciones en varias partes. Similar situación se habría dado con el otro occiso.
Sin embargo, esta información aún está confusa. Sus familias piden aclarar los hechos.
“Mientras no haya nada oficial no podemos especular, lamentablemente las especulaciones han traído conflictos, esta cárcel ha sido de paz”, dijo Paulina Rueda, defensora de los derechos humanos, quien ha tenido un acercamiento con estas familias y es el medio de contacto con las autoridades.
Ella manifestó que junto a este grupo de personas se realiza autogestión para que se les entregue agua y medicina a los presos. Recomendó que “no hagan desmanes, porque esos beneficios que se les ha conseguido en favor de los PPL después no se les podrá dar”, expresó.
Ayer estaba previsto entregar un oficio al gobernador de Santo Domingo de los Tsáchilas, Miguel Quezada, para pedir que se cree una comisión de autoridades y de las organizaciones de la sociedad civil de derechos humanos, para que se permita ingresar al penal y ver la situación dentro.
Además, solicitar a la autoridad que atienda a los familiares y se les dé información veraz y oportuna para retomar la calma.